sábado, 20 de diciembre de 2008

zapallito

anoche soñé que tenía un hijo. o sea, no era mi hijo: era un niño de unos tres o cuatro años que me encontraba en la calle y se le habían perdido los papás (o lo habían abandonado, quién sabe) así que yo decidía ayudarlo a buscarlos. y era rubio el pendejo. pero yo tenía claro que era mi hijo, de la misma manera que otras veces sueñas que estás con obama en la casa blanca y tienes claro que él es tu papá. nos acercábamos a un paradero de micro donde habían tres hombres con pinta de homeless. les pregunté a los tres si eran el papá del mocoso, y los tres respondían que no. así que empecé a caminar con mi hijo que no engendré por una calle que creo que era irarrázaval, y conversábamos de cosas. el cabro pateaba papeles amuñados del suelo y me sentía orgulloso de su habilidad y ya lo imaginaba siendo el futbolista que yo nunca fui. "pero si este hijo no es mío, ¿y si me termino encariñando con él? ¿y después lo tengo que devolver? ¿por qué estoy sintiendo un instinto paternal que jamás había sentido?". me asusto y le empiezo a preguntar por sus papás. "¿pero no te acuerdas quiénes son, dónde viven?". "ah, sí, vivimos al frente del Zapallito", me dice. que se supone que era algo así como un restaurante. decido partir con él hasta el Zapallito y ver qué pasa. llegamos a una calle como de china town. frente al zapallito había una casa con unas letras gigantes pegadas que decían "casa de (nombre de un amigo con el que no hablo hace meses)". entramos. un comedor lleno de gente con pinta de inmigrantes, sentados alrededor de mesas con manteles rojos con cuadritos, ven tele en un televisor enano. no nos miran. me acerco a la única mujer que se ve amigable y le pregunto si conoce a los papás de mi hijo. "aquí nadie tiene hijos chicos -me responde-. somos veinte y vivimos todos hacinados". por la ventana se ve una gigante Z de neón de zapallito, que brilla un segundo y se corta cuatro, como motel rasca. mi cabro chico me empieza a tironear el pantalón y me queda claro que el encariñamiento es mutuo y hay que detenerlo antes que sea aún más demasiado tarde. "vamos". nos vamos y entramos a la casa del lado, que es como la cabeza de john malkovich. subimos miles de escaleras enanas hasta llegar a un tercer piso donde vive una mujer que grita por su hijo. ahí también está mi hermana, que me dice: "ella es chef, y va a cocinar a tu hijo". ahí desperté y parece que por primera vez en 26 años tuve ganas en serio de tener un hijo.

jueves, 18 de diciembre de 2008

blá

1. what's the deal con el revival de los árboles de pascua naturales? la última vez que hubo uno en mi casa debió ser como en 1992. cuando compraron el falso, fue como comprar el primer computador: llegó el progreso, bienvenidos al futuro. a mí me encanta sacar cada año mi árbol falso de su caja e ir abriendo las ramas una por una. creo que es una metáfora sexual evidente. de hecho, no era malo talar arbolitos?

2. en todo caso, este año no hay árbol en mi casa. no pasaremos la navidad acá, mi madre no está muy entusiasmada con nada y yo nunca tan de iniciativa. tampoco le regalaré nada a nadie. y espero que nadie lo haga conmigo: qué paja fingir cara de que me gustó el regalo.

3. me intoxiqué con un completo de la esso y pasé casi 48 horas sin dormir y sin poder tragar algo que no fuera aguita de manzanilla. quizás mi sistema digestivo me pasó la cuenta por el alcohol. o quizás soy psicosomático. ¿psicosomáticos eran los que creen tener toda enfermedad de la que oyen, o los que se crean enfermedades de puro woodyallens que son?

4. me mandaron un link de televisión online, encontré otro donde están todas las temporadas de Los Simpson en español, y me dieron uno de Televisa online (sí, eso dije), y nada, creo que se me acabó la vida. es definitivo: la tele ha muerto. no necesito someterme a la dictadura de los horarios, por mucho que me gusten los ritos del tipo sentarme a ver los simpson todos los días a las 7 coca cola y pan con palta en mano.

sábado, 6 de diciembre de 2008

yo nací de ochenta

estoy en medio del cumpleaños número 38 de mi hermana. muchos congéneres suyos bebiendo nuevas combinaciones semialcohólicas de sour capel mientras los pendejos se mojan con la manguera porque amaneció nublado y a mi cuñado le pareció poco prudente llenar la piscina. las mujeres hablan de sus maridos y las gracias escolares de los hijos, los hombres hablan de la pega. una chica, madre adolescente que siempre diviso en el portal con su pololo y su guagua, le muestra un catálogo de productos naturales a mi madre. yo bebo mi lata de stella artois y no hablo mucho. alerta, alguien podría pensar que soy un emo desfasado en el tiempo y mi polera de rayas horizontales negras y blancas no ayuda mucho a mi imagen corporativa.

miro a mi madre: cada vez se parece más a mi abuela. se lo digo. su rostro se pone más huesudo y su l'oreal número 63 es cada vez más difícil de hacer pasar por natural. mi madre quiere jubilarse hace tiempo, pero la ley bachelet, la del bono por hijo que entra en vigencia el próximo año, la hace esperar. bueno, y también la mísera jubilación de profesora y la crisis que le hizo perder 100 lucas en su fondo de AFP. mi hermana comenta algo de su bono de término de conflicto. acto seguido, alguien putea a velasco. me dan ganas de defenderlo pero no tengo ningún argumento que no se contradiga con "estoy tomando gratis gracias a un bono de funcionario público". el único bono que he recibido en mi vida fueron dos cajas enormes llenas de enlatados, porotos, tallarines y chocolates con almendras que se derritieron con el calor santiaguino apenas los abrí. cuántos bonos y aguinaldos me quedarán por recibir? los hitos más importantes de mi calendario tendrán relación con ellos?

nunca pensé que la gente ganara bonos. toma tu sueldo y quédate callado, pensaba. si yo fuera empresario no le daría bonos a nadie. ni mucho menos tendría la ordinariez de regalar canastas familiares. preferiría pagarles mejor y ver si así llegan más contentos a trabajar en la mañana. nada de bonus track de felicidad para navidad y el 18, y el resto del año chúpalo con una sonrisa. pero ocurre que uno necesita ritos. ordenar su bipolaridad. dejar la rutina y la funcionalidad en un casillero, y el jarcorismo y el acceso al exceso en otra. para eso existen los fines de semana, la navidad y el año nuevo, las fiestas patrias, halloween. desahógate, pon a prueba tu hígado, ten sexo sin protección, muere ahogado en tu propio vómito y el lunes a las 8 vuelves a trabajar.

eso, mientras puedas. después, finánciaselo a tus hijos mientras disfrutas tu asado de cordero. si no tienes hijos, apura tu muerte: ni un gérmen tuyo quedará en este planeta.

qué ganas de ser viejo luego y ahorrarse todo esto.

me gusta ser viejo. quiero ser viejo. me gusta encontrarme canas arriba de la oreja. en algún universo podrían llegar a darme un toque respetable. ser viejo es ser más sabio, menos hiperventilado y para qué querer postergar el desenlace inevitable. miras a un pendejo de 8 años, que grita cada vez que el agua helada de la manguera lo alcanza, con el mismo gusto, la misma envidia y el mismo pánico que a una hoja en blanco o una torta de cumpleaños sin cortar que no es tuya. tú ya te jugaste el primer tercio (quizás más, quizás menos, seguramente quizás menos), él puede cagarlas y todos lo cuidan y nació con internet y si derrama un vaso de fanta sobre la pierna de alguien todos se ríen. en 1987 te habrían retado, seguro. ahí tenías 80 años mentales, escuchabas beethoven botado en el suelo de tu casa villarricense y la gente te creía inteligente porque te sabías de memoria autores de libros, como si la vida fuera una versión truman show del sábados gigantes ochentero. ahí eras viejo, ahora eres hombre, seguro morirás siendo niño: todo a la inversa de lo normal.

si apretar rewind no es una opción ni física ni moral, por qué no aplicar fast forward, que hasta como palabra suena infinitamente más cool? por qué no adelantar la llegada a la vejez, que si la lógica se cumple, sería una regresión infantil a la inversa? quizás ése sea el significado de la palabra "madurar": asumir que el momento del peak universal da lo mismo y que lo único que importa es el big crunch.

porque todo es a la inversa. siempre que estoy de vago me parece que el tiempo transcurre lento y que, si me meto en cosas que no me interesan, comenzará a pasar demasiado rápido como para darme cuenta de algo y, pum, de pronto los 80 y una vida desperdiciada. pero manteniéndome ocupado, extrañamente, el tiempo pasa mucho más lento. y ahí hago un inventario del tiempo ocioso y la conclusión es inevitable: "qué estuve haciendo todos esos meses? cómo pasaron tan rápido?".

si el ideal, por definición, siempre está más allá del presente, entonces la vejez es el estado ideal. qué equivocados están todos esos pokemones. sea viejo ahora!

lunes, 1 de diciembre de 2008

hola

1. No caché cómo ni cuándo llegamos a diciembre, con calor de verano y adornos de navidad por todos lados. Quién me devuelve el año?

2. Evito decir cosas como "año perdido" porque siempre se vuelven en tu contra. Ningún año es tan perdido. Ni tan ganado tampoco. Esta es la misma conclusión a la que llego todos los putos años.

3. Pero es muy pronto para hacer balances. Hacer balances es una mala costumbre que da placer, como sacarse los mocos en la calle, tomar Ron Dominican o reírse con pelis de Adam Sandler.

4. Estoy leyendo las memorias de Gumucio. Hay que ser muy bizarro para escribir tus memorias antes de los 30. Me van quedando cuatro años, por cierto. De entrada, el hueón te avisa que "escribo para vengarme" de sus padres, lo que lo hace automáticamente respetable. Mucho París y hueás de hijo de exiliado lo-pasé-la-raja-hasta-que-me-trajeron-de-vuelta-a-este-basural que se compensa con el humor "diferente" y el friquerío intrínseco.

5. Sacaron la Radio Horizonte de Temuco, una pena. Unica en su target en este pueblo, fue reemplazada por Oasis, una radio para la tercera edad, como si no hubieran suficientes ya. Igual la radio online subió caleta su calidad de audio. El mercado es cruel y los indieshúpers post-adolescentes con arrebatos de regresión no son tantos en regiones. Yo trabajé en una radio y caché lo relativamente simple en términos técnicos que es hacer una, así que no debería pasar mucho tiempo para que el FM muera y sea reemplazado por miles de radios online, disponibles vía internet en equipos de música, dispositivos móviles y radios de auto.

6. Me gusta caleta el futuro y pienso, ingenua e irresponsablemente, que la crisis puede no ser tan terrible, que puede ser una oportunidad para acelerar la llegada de "el futuro". Lo mismo que dicen todos los fachos. Hoy leía en El Mercurio una entrevista a Buchi hecha por Lavín (sí, eso dije) y se me ocurrió que Buchi habría sido un gran Presidente. Qué me queda del que solía ser?

7. Por mientras, sigo buscando pega. Se agradece cualquier dato.

domingo, 23 de noviembre de 2008

el comishero

Un comercial que me identifica en múltiples niveles.



Me encantan los comerciales buenos. En parte, por eso no termino de pasarme al lado luminoso de los torrents: me gusta el rito de los horarios televisivos y sus "vamos a unos consejos". Hola, estoy cesante, me aburro caleta y no tengo tema para escribir. Sólo escribo mentalmente cuando viajo en bus -de noche, oscuro y escuchando música vieja en un iPod malo- y luego olvido esos oneliners de mediana genialidad.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

BLACK POWER!








Me encantan estos momentos porque siento que estoy viviendo un momento histórico que mis nietos verán en los libros de historia y toda esa pelotudez. Me cae bien Obama, no he leído con atención sus propuestas económicas y a quién quiero engañar, no me interesa mucho. Lo que separa la democracia de la idiocracia es poder confiar en los que realmente saben más. Y no sé si Obama sabe más, pero tiene más onda y qué tanto, si jamás en mi vida tendré un fondo A. Y para ser más estúpido que eso, pienso que un presidente negro hace que la vida sea más como en las películas. Y me molesta profundamente esa actitud de vieja mal teñida de peluquería de "ay, en qué va a cambiar mi vida si gana ése o el otro", porque todavía hay algo que se llama postura y otro algo que se llama creencias y finalmente uno vota o apoya a alguien por eso. McCain no le cae bien a nadie porque es redneck, porque desprecia los computadores y porque el único Mc que toleramos es McDonalds.

Cuando chico, típico en las Navidades, alguien salía con la historia del Papa negro y que de ahí se acababa el mundo. Bueno, quizás era un presidente del mundo negro y para allá vamos y no me parece tan mala la idea. Vámonos, pero vámonos con elegancia.

domingo, 19 de octubre de 2008

all is full of necios.



Más rato termino La conjura de los necios, de John Kennedy Toole. Siempre había oído de él (siempre por parte de gente freak y shovítica), veía esa portada del guatón con bigote de escoba y gorro de Chavo del Ocho en San Diego y diversas ferias del libro. Pero no lo tuve hasta que, en un rapto de ebriedad barsa e impresentable, se lo robé al bueno de Freddy una noche de Fiestas Patrias. Lo tomé hace dos o tres noches y no pude parar de leerlo hasta que amaneció. Me abstuve de cualquier esquema juvenil nocturno este finde y no me arrepiento. Me reí a carcajadas, cosa que nunca en la vida me había pasado con un libro. Pensaba que los libros no eran para reírse, o que no se podía ser "litera-rio" y chistoso a la vez, pero ahora todo me queda más claro. Y bueno, espanta un poco cuando tienes 26, vives con tu madre y la cesantía es mitad involuntaria y mitad no. Da un poco de pánico convertirse en el fric repelente de Ignatius Reilly, invita a retomar el pagar un arriendo, obliga a mejorar la dieta y hacer un poco de ejercicio. Autosuperación que le llaman. Todavía tengo serias dudas sobre si el protagonista es el necio o lo son los que se ríen de él (both, de seguro), pero es un buen libro para leer después de unos meses sabáticos que comienzan a ser muchos. El género hueoneslosersquevivenconlosviejosaedadesindignas me persigue un poco, no puedo sino tomarlo como una señal.

viernes, 17 de octubre de 2008

BARACK OBATMAN!

Salgo de mi casa y lo primero que veo es la Avenida Alemania tapizada de dentaduras photoshopeadas de tipos a los que les da verguenza decir de qué partido son. Mientras tanto, en el primer mundo en crisis, el viejito McCain insulta al bueno de Obama, que es negro y nació en Honolulu y su segundo nombre es Hussein, así que lo admiro por eso y no porque la corrección política me haya lavado por años el cerebro hasta hacerme creer que la acción afirmativa es la solución a todos los problemas sociales.
Entre tanto de eso, un debate que realmente me importa.



Btw, acabo de ver en un kiosco la mejor portada de lo que va del año. Panic on the streets of Wall Street, panic on the streets of Te-mu-co.



Pero nada de lo que Barack Obatman no nos pueda salvar.

¿Qué es esto? ¿El estreno del ciclo "Posts con contenido"?

viernes, 10 de octubre de 2008

temuco is on fire

* Dejando de lado lagunas, llevo ocho meses de corrido en Temuco y, aunque Ud. no lo crea, se sienten como dos semanas. No será Manhattan ni Sao Paulo y ni siquiera Stgo, pero el tiempo pasa rápido cuando es uno quien aprieta el acelerador, sea donde sea. No es que haga muchas cosas, es más bien un tema de estrujamiento mental. Tan impostado como suena, pero sirve. Se estruja hasta que no da más, luego vuelve a su forma inicial fome y se vuelve a estrujar. Bipolaridad, here we come! Es que no da andar con la actitud "it's lame, everything's lame". Los 90 se acabaron y una parte de mí se lamenta por eso, pero la otra dice "enhorabuena" porque digamos las cosas como son, Cobain se mató y con eso nos quedó claro que lo único por hacer es divertirse hasta morir de una forma más elegante. Me rehúso a seguir pensando que "la actitud" es parecer apestado y que todo parezca una de esas insoportables desenfocadas de Tony Manero. La actitud es ser como esos millonarios hijos de puta del Upper East Side pero con luca en el bolsillo. Acá no hay fiestas todas las semanas, de hecho ni siquiera hay días despejados todas las semanas, pero hay... no, no sé qué hay. Bueno, todo se trata de matar el tiempo. Miles de ideas que darán paja en el momento de concretarlas, pero sirven para hacer que el hamster trote dentro de su rueda. Acá la municipalidad cerró un eje de bares universitarios para chicos pretendidamente pensantes con poca plata (poca plata y pocas ideas), ellos se enojaron y alegaron pero seguro encuentran otro lugar para seguir matando neuronas con Báltica al ritmo del rock argentino de los 90 y se quedan felices. Ok, si todos somos fútiles, pero hay alcoholes y alcoholes, y por sobre todo hay soundtracks y soundtracks.

* Creo que la forma correcta de escribir "weá" es ésa y no "hueá". Estuve tanto tiempo equivocado.

jueves, 11 de septiembre de 2008

One week of danger

the Virgins - One Week of Danger
Found at skreemr.com


* Salvo excepcionales, nocturnos y alcoholizados momentos -tampoco todos-, los últimos siete días han sido para olvidar.

* Pero de todo lo malo se saca algo bueno y asdf. Después de la ebriedad viene la purificación; del cansancio, la energía; del plan fracasado, el entusiasmo por romper culos que sólo la frustración sabe despertar.

* Como le dije a alguien el otro día, "después del lunes, siempre viene el martes" (insertar emoticon guiñador de ojo, o en su defecto, 1313).

* De hecho, me gusta la lógica del porrazo: es imposible no pararse con más fuerza y agudeza que antes. Como decía ese fascista buena onda, lo que no te mata te hasfghsjkfljhskglñ.

* Aunque si es por fascistas, prefiero a Schopenhauer, el misógino buena onda que lo explica todo.

* Y a Eisenhower, el favorito de Al Bundy e Indiana Jones.

* Basta de todo esto: decidí que voy a juntar plata y me voy a poner con un local de papas fritas en Temuco.

* No, ni cagando, me acabo de arrepentir.

* El martes pisé mi ex universidad por primera vez en tres años, acompañando al bueno de Glenn a llevarle su disco a un melómano y ledzeppeliano profesor de tecnología médica. Recuerdo que, mientras estuve en la universidad, siempre estuvo nublado. Siempre. Todos los días. No recuerdo haber recorrido esos hospitalarios -no por lo amables- pabellones en una linda mañana que haya estado despejada. Seguramente los hubo, pero la memoria funciona así. El martes también estaba nublado.

* Y en las ramadas que hubo allí mataron gente. Así con los universitarios.

* Detesto a los universitarios engrupidos, y detesto a la gente que va a las marchas del 11 de septiembre con uglysweaters, el uniforme de los que odian a los uniformados. Recién estaba en Telepizza y llegaron cinco o seis tipos con sus lienzos envueltos y vestidos todos iguales. Derechos humanos y memoria histórica, en Falabella.

* Acabo de llegar de Conce, que es como un Temuco con esteroides y Yogen Fruz.

* Mi madre está instalada a los pies de mi cama viendo "El Hielo en TVN" y no sé cómo echarla. Annoying.

* Y Rafael Araneda está conversando con Boy George, my goodness!

jueves, 4 de septiembre de 2008

el matinal de chile

1. un plan para este finde: ver la segunda temporada de dexter de corrido, acostado, con dr pepper y latas de grolsch.

2. un plan para este finde (2): ir a MAB y quedar muy ebrio y no recordar que tengo 26.

3. no hay viaje a santiago por el momento. intenciones sí, pero no hay dinero y mandé mi hueá a mi jefa de taller por mail y no sé qué diantres pasará con eso. estoy en las manos del angelito, al que a veces quiero puro romperle la carta de ajuste y rajarle la cinta del cassette con el himno de la católica.

4. tal como algunos quieren que vuelvan los lentos, yo quiero que vuelvan los blogs. fotolog ya no tiene mucha gracia, en facebook ya agregaste a todos los que tenías que agregar y la versión nueva es horrible, y -como ya dije- twitter y su histeria es un liquidador de la capacidad de desarrollar ideas. si ud. tiene blog, cuénteme y lo visito, que tiempo libre y capacidad stalker es lo que me sobra.

5. la canción-con-penita de la semana:

miércoles, 30 de julio de 2008

lunes, 7 de julio de 2008

Dónde está Wall-E?


¿Qué pasa con uno cuando se conmueve más de lo prudente con una película para niños? ¿Hay algún problema con eso? Creo que Wall-E es la mejor película que he visto en lo que va del año, y lo siento un deja vú del año pasado, cuando concluí lo mismo tras ver Ratatouille, de la misma factoría.

Ambas las vi en el mismo Movieland del Portal Temuco, con la misma Coca Cola en la mano y el mismo pasaje a Santiago comprado para el día siguiente. Pero si una me provocó la urgencia de salir a destrozar Anton Egos y subirme un poco el mío, con la de ahora quise puro tener un hijo para llevarlo a verla.

Es tan rara que en los primeros quince minutos no entendí cómo se trataba de una peli de niños de distribución Disney. No pasaba nada, no había un sólo diálogo, había un planeta en ruinas, poblado sólo por un robot y una cucaracha, con edificios hechos de basura, todo teñido de un desolador color cotona de colegio. Hasta que se vuelve una historia de amor entre robots. Es en ese momento cuando te ves obligado a instalarte en tus no siempre cómodos 7 años mentales. Porque la mina robot es más grande que el miedoso y cochino de Wall-E, que no sabe hacer más que decirle su nombre y ofrecerle miles de juguetes y mostrarle Hello Dolly para entretenerla. Tal como cuando uno le tiraba el pelo o le escondía el estuche a la niña que le gustaba -que casi siempre era alta- o le hablaba del álbum de Robotech porque qué otra cosa iba a hacer, porque qué otra cosa hace uno el resto de la vida.

Lo increíble de casi todas las historias Pixar es que no paran de enrostrarte que, tengas la edad que tengas, siempre tienes 7 años en alguna zona de tu cabeza. Claro, si están diseñadas para que los papás no se aburran cuando llevan a los pendejos al cine. Y de paso te recuerdan qué es lo que importa. Y no me refiero al discurso anti-corporativo medio facilón. Importa tomarle la mano a alguien y ver películas donde gente con vestidos ridículos baile estúpidamente y no olvidarse que, en ocasiones, el ridículo lleva a la gloria.

Justamente por eso me gustan tanto las películas para pendejos y tantas otras cosas dudosas. Por el ridículo implícito. No creo en los que le restan ridículo al ridículo, limpiándolo, para normalizarlo: si la gracia es cruzar uno la línea y quedarse un rato allá.

Y el panorama se completa porque tengo una debilidad por las películas end-times. De las últimas, la maravillosamente basura Cloverfield, con su mezcla de monstruos no vistos, ondismo con vista a Central Park y música-indie-buena (MIB) me dejó más helado que cualquier película que se precie de ser seria. Entonces: mamonería más apocaliptismo, es la ecuación de un jotapé maravillado.

PD 1: Totis me dijo que en 32 días más se acaba el mundo porque activarán un acelerador de partículas que creará un hoyo negro por donde nos vamos a deshacer todos. O algo así. Aunque no sea cierto -una pena, sería exquisito tener 32 días de no medir consecuencias de mis actos-, todo esto no puede ser tan cósmico.

PD 2: Por cierto: la película es tan  que no puedo no mencionarlo como un tercer elemento de la ecuación. Wall-E bootea igual que mi iBook! Y Eva es como un iPod humano de vigesimocuarta generación y dan ganas de morderle la manzana, aunque se parezca un poco a Felipito, el robot amigo de Bastián Bodenhofer en Trampas y Caretas, del que me parece inconcebible que no haya nada en YouTube.

lunes, 26 de mayo de 2008

un buen asdahsgdfashfs lo explica todo.

1. Insomnio. Llevo más de una semana viendo amanecer y durmiendo 4 o 5 horas en la mañana antes de almorzar y hacer como que enfrento al mundo. Toda la vida he tenido el sueño cambiado, pero ahora se puso crítico. Lo bueno es que descubrí que no soy el único.

2. Se me olvida lo mal que hace dejar de escribir. Las ideas fluyen distinto, hay baches, te cuesta encontrar la palabra exacta, pierdes un poco el manejo del dolor de guata que produce el escribir algo que te afecta un poco. Debe ser lo mismo que siente un tipo deportista que dejó de entrenar.

3. Y, lo peor de todo, surge la siempre maldita autocensura.

4. Y, lo peor de todo (bis), comienzas a desvanecer el límite entre realidad y ficción y no sabes muy bien en qué coordenada exacta del mapa te conviene instalarte.

5. Pero no se asusten, no es que esté escribiendo la gran novela chilena que todos los periodistas intelectualmente aspiracionales sueñan o soñaron con escribir. Es otra cosa. Ya renuncié a los delirios de grandeza producto de adolescencias mal habidas. Así es, hermano.

6. App de eso mismo: no quiero cumplir 26. No quiero. No quiero. No quiero. Argh.

domingo, 18 de mayo de 2008

Es temprano como nunca había estado despierto un día domingo, salvo cuando era pendejo e iba a misa. Afuera hay una tormenta de viento y lluvia pero de las grandes, con cielo color marshmellow, truenos prometiendo destrozar tu techo y gente perdiendo sus paraguas por los aires mientras cantan el soundtrack de alguna película amigable de TCM. La magia del sur. Cosas que están en mi ADN y nunca podré negarlas, como las sopaipillas sin nada o el pan francés. Anoche posteé muchas estupideces en muchos lados y ahora, down y bajo ninguna influencia psicotrópica, me cago de la risa leyéndolas. Soy más divertido cuando estoy high, pienso. Lo que tampoco es mucho decir, claro. En un rato bajaré e iré al Essomarket por El Mercurio -sí, adoro leer El Mercurio los domingos, me hace sentir un padre de familia- y un Watts de durazno, el remedio infalible para la deshidratación post-mezcla de vodka con Dr Pepper y marihuana elepeniana. La idea se me hace cuesta arriba: hace frío, mi única parka está quemada porque el muy idiota la pegó a la estufa a gas de una amiga y, claro, es domingo y hay toda una tradición nacional pajera por rescatar de las garras del capitalismo.

¿Para qué quiere uno un blog cuando tiene twitter? ¿Para qué quiere uno el social networking cuando hay vida afuera? Para no mojarse con las tormentas de Temuco, obvio.

A ratos la lluvia y el viento hiperventilado paran y surge un silencio sepulcral y desesperante. Me gusta. Tanto como me gusta no usar más de dos adjetivos por vez. Me desespera la gente que enumera adjetivos cuando escribe. ¿Realmente a alguien le pueden pasar tantas cosas al mismo tiempo? Multitask emocional. No me parece muy creíble. Sólo demuestra que has pasado demasiadas horas de tu vida frente a un diccionario. Ok, yo jarcoreo un sábado en la noche con el computador en mis rodillas, pero entiéndanlo: en Temuco hace frío y hay que buscar soluciones rápidas a eso: chalecos feos, alcohol barato, distancia interpersonal, lo que sea.

Escucho los truenos como si vinieran de las entrañas de las paredes de mi pieza y, vaya uno a saber por qué, pienso en cuánto extraño la sensación adolescente de embalarme con algo o alguien y no parar hasta conseguirlo. Cuando dejas de tenerla es cuando te convertiste de plano en un adulto, pienso. Cuando cachas que puede que sea más el tiempo de vida ya vivido que el que tienes por delante, y no hay tanto tiempo para ir probando. Miras tus fotos de pendejo e inmediatamente imaginas a tus descendientes viéndolas y pensando "qué onda, así era el abuelo, qué rancia era la gente en el 2008, mira con lo que se entretenían, BLOGS".

miércoles, 14 de mayo de 2008

No quiero ser periodexter

Las cosas están claras:

Quiero no aguantarme las ganas de triturar a un reducido pero hinchapelotas par de humanoides, vivir en Miami, hablar spanglish pero más cargado al inglés, convivir con negros, chicanos, latinamericanidols, salsas y teleseries de Telemundo, tener siempre la razón en mi trabajo y ganarle a los pernos que hacen las cosas como dicen los manuales, tener una hermana anoréxica que me caiga bien, tener una novia rubia que no moleste mucho (pero sin las trancas sexuales, gracias), leer con más precisión las mentes ajenas, aplicar la lógica matemática en algo útil, cuidar a la gente que vale la pena y que un psiquiatra al que no le pago me diga "es que tu problema es que no quieres perder el control" y me pregunte "en qué momento de tu vida te sentiste débil?" y después matarlo (y).

lunes, 5 de mayo de 2008

fin de semana largo

Tengo varios puntos que aclarar:

uno, que tengo un dolor de cabeza de la concha de su madre.

dos, que perdí mi tarjeta del Redbanc y me siento profundamente ahuevonado por eso. He hecho reconstrucciones mentales de todo lo que hice después de la última vez que saqué plata: el jueves, junto al bueno de Pablito, antes de irnos al softcorismo en la casa de la Né. Él sacó el comprobante para ver cuánto me quedaba y yo guardé las miserables dos lucas que saqué porque no quería gastar más que eso en alcohol. Quiero pensar que no fui tan idiota como para dejar la tarjeta ahí. Son actos automáticos, nadie los hace pensando y por eso me declaro incapaz de recordar si la saqué o no. Whatever. La cosa es que los oompa loompas del Santander son unos ineptos, y no es mi culpa que no les guste trabajar los fines de semana largos contestando el teléfono y que mañana a las nueve de la mañana deberé estar en la puta sucursal más cercana para pedir una tarjeta nueva, y ni siquiera tengo para la micro porque todo mi dinero está en esa cuenta. En este momento mi capital efectivo asciende a 290 pesos. Diez pesos menos de lo que cuesta subirse a una micro en Temuco.

tres, que un fin de semana de lectura de libros comprados en el Jumbo y visionado de series sobre adolescentes millonarios preocupados de la moda puede ser más que estimulante. No hace falta levantarse de la cama, ni siquiera hace falta conversar con gente. Me corrí olímpicamente de compromisos familiares y de amistad para lo que los columnistas del optimismo de suplementos de diario llaman "darse tiempo para uno mismo".

cuatro, que Los Años Maravillosos es la mejor serie de los ochenta.

cinco, que Blow Up es pura onda y debería haber sido un corto y me lateó y me importa una raja que sea "cine de calidad" y los pajeos intelectuales sobre la semiótica de la imagen.

seis, que las noticias sobre el volcán eruptando y Chaitén siendo evacuado y los helicópteros cayendo sobre la Costanera Norte me crean la ilusión de que el fin del mundo está cerca y que todos vamos a morir y como que me gusta la idea.

siete, que esta canción hace que me den ganas de a) que sean las ocho y media de la noche en verano, y b) saltar de la cama como en un comercial de leche sin lactosa.

jueves, 1 de mayo de 2008

aprendizaje



Tuvieron que pasar casi 10 años, muchos fracasos, un buen par de éxitos y demasiadas horas de televisión para darme cuenta que siempre Pacey fue el cool.

miércoles, 23 de abril de 2008

probando http://jeanpierre.tumblr.com.

esto está pasado a pasado.

miércoles, 16 de abril de 2008

NOW! that's why i call music

Me gustan los 90. Me gustan a cagar. Aunque siempre me ha parecido tan patética esa nostalgia adulta por "tiempos mejores" de la gente que raya con algo tan cuestionable como los 80 y su alumínica música bailable. Demonios, si en los 80 había una dictadura. Al menos puedo declarar a mi favor que en los 90 la excusa de "mejor banda sonora" funciona mejor a simple vista, el dance europeo es más divertido que Baltimora, y además, tv cable y globalización mediante, tiene el bonus de ser el embrión de los 00 -la era de internet, la verdadera promesa de un futuro mejor para nuestros hijos antes que el calentamiento global aniquile a nuestros nietos-. Los que nacimos entre 1980 y 1989 somos, acaso, la peor generación de todos los tiempos: apática, pasiva, temerosa de que te llamen al apoderado, incapaz de hacernos cargo siquiera de nuestros propios placeres. Lo único que salva de los 80 son las películas nerds de high schools, los Atari y la moral American Psycho. Pero ésa nunca pegó mucho en Chile, hasta donde yo sé.

La gracia es creer que en tu década empezó todo. Hay que partir de ahí para después descubrir lo demás. Siempre hay que partir de alguna parte. Si no, es tan fácil perderse.



PD: Alguien se apropió de mi vieja URL. Soy tan megalómano que creo que es un homenaje -gracias-, pero lo más seguro es que sea coincidencia.

martes, 8 de abril de 2008

la granja de jotapé.


1. La vida se puso softcore y yo no me di ni cuenta.

2. No hay nada que un paquete de papas fritas del local que está al frente del Santa Isabel de Bulnes, ahí al lado del Papymol quemado y la farmacia del Dr. Simi, no pueda arreglar.

3. Cuando falta motivación para todo, una torta del Marriet viene de perillas.

4. Este blog se convertirá definitivamente en la Guía Gastronómica de Temuco.

5. Me carga el glamour picante y la moral Fondart del Altazor. Si algún día resulto nominado, recuérdenme borrar esto.

6. La lluvia chocando en el techo es uno de los grandes placeres de la vida. Sólo lo pude tener dos o tres veces el 2007. Así que este año me quiero vengar.

7. Alto del Carmen con Báltica, nunca más.

8. Extraño la época en que no me costaba escribir. Cuando ambientar la novela en 1999 me parecía una buena idea. Cuando quería mandar artículos a algún lado. Cuando tenía blog y tenía lectores y empezaba a escribir y de repente pum cuatro párrafos llenos de pesadeces de leche con chocolate, pensamientos pseudo-profundos, dobles lecturas para iniciados y mensajes subliminales para los amigos. Lo releo y me parece tan asquerosamente cándido, pero es mejor que nada. Ahora como que para qué escribir. Para dejar constancia, ¿pero de qué? Las historias me cansan. Nunca tienen finales tan buenos como en la vida real. Mejor dicho, nunca tienen finales. Escribir la gran novela interminable chilena es una opción, pero qué lata. Debería escribir una soap-opera gringa, de esas que llevan 40 años al aire. Y que se termine cuando me muera.

9. No entiendo cómo hay gente que le tiene pánico a la muerte. Si te mueres, no tienes cómo lamentarlo. No entiendo cómo alguna vez le tuve pánico a quedarme dormido y no despertar al otro día, o a que se me olvidara respirar, a que mi acto reflejo dejara de ser reflejo por alguna recóndita razón. Ahora, lo que me da miedo es ser viejo. Ser viejo y cachar que me quedan 10 años de vida y no podré ver las películas o leer los libros que habrán después, o no saber qué va a pasar con la gente cercana. Claro, ahora también podría pasar eso. Pero la no-inminencia me tranquiliza. Como que igual el 2020 tendré 38 años y diré "hey, ya, no me morí". Ser viejo y tener cáncer y que siempre me esté doliendo algo y necesitar Viagra o ni siquiera necesitarlo porque there's no chance y pensar que ésta, la de ahora, fue la mejor época de mi vida.

10. Soy tan resentido que me gusta ser resentido y eso hace que en realidad no resienta tanto nada. Soy tan resentido que se me pasó.

domingo, 16 de marzo de 2008

tan igual como adrian igual (conversaciones de portal temuco)

llega una edad en que no te basta con puro besito. que horror ir a buscar a manzana a la ufro. que me cuentan?. AHAHAHAHAHAHAHA. ella tiene problemas con todo el mundo (sic). tan igual como adrianigual. LE CAES MAL A ESA PEUCA, ASUMELO.le carga le gente rancia y por ende se carga ella misma. nananananananananana nananana nananana la vida como una escena mal grabada de las reglas de la atraccion. jotape va a pokemonear su novela. the pacificados pack. los sociologos columnistas del mercurio dirñan que las novelas originadas en temuco los últimos meses son la maxima expresion de una juventud alienada que extraña los totalitarismos. la guerra interna. es amor lo que sangra en el banco de cerati.

sábado, 8 de marzo de 2008

temucore

Todas las cosas que echo de menos del musgo cuando estoy allá en la civilización fría, sobria e inteligentilla.
Actualidad temucana de hoy:

Detienen a "brujo" acusado de cometer una millonaria estafa contra matrimonio
El sujeto logró que las víctimas le traspasaran dos de sus tres vehículos...

"Hombre guagua" pasó por Nueva Imperial
Llegó desde Chol Chol y ahora se encamina a su meta en Puerto Montt....

Libro superventas de Jaime Huenún está disponible
El libro de poesía chilena que más vende en estos momentos en Estados...

Tierra Oscura y Rockalmasiao encienden el fin de semana
Este fin de semana habrá rock en vivo en el bar El Fozo. Anoche fue...

Van en busca de la Doncella de Hierro
Una legión de poleras negras regionales arribará a Santiago, a presenciar...

martes, 26 de febrero de 2008

mas redneck que el parque charles caminondo.

Estoy retomando mi novela, la zorra. No "re-to-maaaan-do", porque eso es mucho decir y sí así fuera no estaría posteando acá ni estaría en mi pieza del depto de mi madre en Temuco, escuchando los ladridos de las casas vecinas y los autos de la juventud elegida senior pelando forros mientras pienso que mañana igual me levanto temprano y la sleeping pill no hace efecto, sino que de ser posible en un lugar callado, con árboles, sin internet, sin tv cable ni satelital y con un refrigerador lleno de comida y Dr. Pepper acarreado especialmente para la ocasión.

Llevo ocho años trabajando la puta novela, sin ningún taller literario de por medio, cero disciplina y montones de meses-laguna. Supuestamente se llamaba "Maldito verano", pero desde que salió "Verano robado" siento que como que me la ganaron -me cagaron-. Por el momento no tiene título.

Y total que ni necesitaba estar tan lejos, ni volverme un hueón zen, ni tener una vida llena de aventuras "para tener algo que decir". Ni siquiera tanta disciplina, ah. Cosa de decidirse. Bueno, nunca tan simple tampoco. Cosa de agarrar el fucking mood y abocar todos tus esfuerzos a mantenerlo y no perderlo. El mood que te hace pensar cinco cosas a la vez, decir tres y guardar una mientras bebes cerveza, ves a Chayanne en el Festival de Viña, inventas chistecitos y pesadeces al respecto y juegas a calcular matemáticamente cuánto le faltaría al torrent de I'm not there si se estuviera bajando al doble de velocidad que ahora.

[02:38:14] tu vida siempre ha sido una mentira. dice:
es la cronica de como les cambian los mundillos a todos los hueones y se frikean
[02:38:27] tu vida siempre ha sido una mentira. dice:
y oscilan entre ser los hueones de siempre o adaptarse al medio
[02:38:31] tu vida siempre ha sido una mentira. dice:
una huea muy "ven a la ufro"
[02:39:03] tu vida siempre ha sido una mentira. dice:
y como "pablito" no puede creer que "la né" se haya convertido en una hippie de la ufro si hace tres meses estaban tomando baileys en un asado en los cántaros
[02:39:27] tu vida siempre ha sido una mentira. dice:
son generaciones y generaciones de juventud temucana resumidos en un libro de 150 paginas. esa es mi intención.
[02:39:48] tu vida siempre ha sido una mentira. dice:
algo que solo pasa acá. por lo redneck, por lo socialmente hiperdividido, por lo burbuja
[02:40:05] tu vida siempre ha sido una mentira. dice:
porque nuestros patios estan construidos sobre cementerios mapuches.

lunes, 11 de febrero de 2008

el epitome de la felicidad ñoña

quiero compartirlo con ustedes.
:)

martes, 5 de febrero de 2008

icq, netscape y 20six.co.uk en tu entel pcs.

1. Barack Obama es un Mac, Hillary Clinton es un PC. No lo digo yo, lo dijo el New York Times. Go Barack!
2. No hay distancia ni edad para el amor. No lo digo yo, lo dijo Agrupación Marilyn.
3. La primera regla del Club de la Pelea es no hablar del Club de la Pelea. No lo digo yo, lo dijo Richard Nosecuánto.
4. Estos días de work-at-home en el campo han sido una verdadera delicia.
5. He visto cuatro veces Death Proof en estos cuatro días.
6. Le compré cargador y audífonos nuevos al iPod y me sentí como un padre pagándole la universidad a su hijo. Qué idiota.
7. Vendo el libro "El pasado" de Alan Pauls que me aburrió soberanamente. Fue un regalo de navidad, está en perfecto estado y es Anagrama, así que igual ni tan barato, ah.
8. Rodoviario, here we come.

sábado, 2 de febrero de 2008

live, from temuco, it's saturday morning.

ABC1. Ayer empezó formalmente mi coqueteo con la vida abeceuna, almorzando mariscos con G. en Bahía Providencia. Ok, el local no es para tanto y el menú no superó las cinco lucas, pero para un cabro famélico con guata de Coné que vive de fonosandwiches, lomitos Gamy, Coca Cola y sandwiches del Guatón (hola Ale, ahora sí) es un giro en 360 grados. Creo que es la cuarta vez que como mariscos en mi vida y todas las anteriores fueron en matrimonios. Sentados en la terraza en altura del local, desde donde lo primero que se ve es el letrero gigante de "1.600 millones Loto" instalado sobre una de las Torres de Tajamar, jugamos a arreglar la radio, comparamos nuestras expectativas -el inconformismo crónico es el nuevo Ebola- y dijimos 24 veces cada uno "qué rica está esta hueá, hueón". En la mesa de atrás, un grupo mixto de gente con buen cuerpo, tatuajes y look "nos encanta la vida outdoor- jamás trabajaría en una oficina- cuidado que puedo ser tu instructor de algo" hablaba de hijos. "Yo aprendí a escribir en la guardería", dijo una mina. No todos los niños genio usan corbata. "Yo quiero meterlo en un jardín donde se hable inglés", dijo otro tipo, refiriéndose a su hijo, presuntamente. Me pregunto si, cuando tenga un hijo, se acabarán los mariscos, los sandwiches, las rebeldías pendejas del trabajo de escritorio y prácticamente todo en lo que consiste mi vida 2008. Me pregunto qué tan lejos estará ese momento.

C2. Me fui de Bilbao por vigésimo novena vez en los últimos 3 años. Hay momentos en la vida en que uno tiene que darse los lujos que merece. Y yo merezco cable, internet, una cama rica y un lavamanos al que no le hayan usurpado la llave del agua caliente "para que no me disparen la cuenta del gas". No tenía dónde dejar mis ya míticas cajas de abarrotes, así que quedaron allá y le dije a L. que sacara lo que quisiera. Al cerrar por fuera la puerta que da a la calle, el único flashback que pasó por mi mente fue el de mí mismo dando vueltas en círculos por la pieza y hablando solo a las 3 de la mañana con los videoclips de Telecanal como telón de fondo. De eso se trató mi invierno. Hiperventilación desconectada.

C3.
Cuando el muy incómodo Via Tur en el que me vine anoche pasó el peaje de entrada a Temuco y surgieron los primeros árboles tupidos, dije en voz alta "oh, la vegetación de mi zona" y la vieja gigante llamada Eliana que venía en el asiento del lado me miró feo. El verano en el Chile profundo no se compara al sauna de cemento que es Santiago. Hay lagos a una hora (quién quiere salir seboso del agua de mar cuando puede meterse a un lago?), el calor es razonable, no tienes la necesidad de andar en Metro (de hecho no hay!) y en las noches es posible dormir sin sentir que Satanás está revolviendo gente en una olla en la pieza del lado. Obvio que de marzo en adelante todo es al revés.

D. Debajo de la puerta de mi departamento vacío me esperaban, junto con miles de cuentas y la revista del cable, dos sobres mágicos de mi ex-universidad con talonarios en UF que esperan por ser pagados. Hola, adultez. Y, por más que quiero, no puedo decirle chao a esa puta institución que debería indemnizarme por la vergonzosa precariedad de sus servicios educacionales en vez de estarme cobrando cosas.

E.
Ahora quiero dormir, almorzar tallarines con crema, retomar la escritura en serio, emborracharme con tequila, ir a la playa, renunciar a mi trabajo y entrar a otro. En ese orden. Si resultan 5 de 7, suficiente por el momento.

viernes, 25 de enero de 2008

El otro día estuve bebiendo y riéndome de huevadas con Murcy y la Paulina, dos de mis tres mejores amigos del colegio. Da gusto comprobar la teoría de que la gente, pase lo que pase y haga lo que haga, no cambia. A lo más son versiones más lateras y un poco menos endebles de sí mismos en 1999, gran año. No vivimos en peligro pero fue un gran año y el repaso de temporada de rigor me lo comprobó. Al final juntarte con gente que no ves hace tiempo es como ver un episodio de una sitcom grabado en un VHS que encontraste en el fondo de una caja en el garage después de cambiarte de casa por primera vez en 15 años: rancio, sobreestimado y delatador de tu ingenuidad pasada, pero un placer. Mucho rato recordando las catchphrases de la mayoría de la gente del curso, esos cabros que ahora son, en su mayoría, madres amorosas, respetables estudiantes de postgrado o promesas de la agricultura de la Novena Región.
No pasaron ni cuatro horas de terminar eso cuando estaba, con cara de sueño y la misma polera de hace tres días, en una reunión con la gerenta general del grupo radial en el que por ahora trabajo, intentando despertar a punta de cafés microscópicos bien cargados. Sucedió que el director de prensa, un tipo despeinado de lentes y cara de genio loco, renunció y el ascendido para ocupar su puesto es quien era lo más parecido a un jefe mío. Debería haber dicho algo cuando la mina pidió la palabra y, cual curso de colegio en el que nadie sabe la respuesta, pasaron cuarenta fardos de paja antes que algún impetuoso se tomara la palabra con las típicas frases de buena crianza que se dicen cuando alguien se va y otro alguien es ascendido. Yo tenía ganas de pararme y dar un discurso del tipo: "bueno, esto es un cambio, y los cambios son esencialmente maravillosos. Viva el cambio, como decía el candidato. Los cambios son oportunidades y siempre son para mejor. Si no me creen, mírenme a mí. En 1999 era un saco de hueas que creía que entrar a periodismo era un buen objetivo de vida, una forma de cambiar su entorno, de aprender cosas todos los días, de acercarse cada minuto más a la vida soñada que no sabía muy bien de qué se trataba pero sí que estaba por allá. Pero a los tres años estaba creando un blog con el título 'no quiero ser periodista'. Un tiempo quise ser escritor o algo peor. Calma, me duró poco, todos pensamos tonteras cuando pendejos. Después me interesó el cine pero rápidamente odié el inseparable snobismo que lo rodea. Y de repente, sin darme mucha cuenta de cómo y cuándo, termine aquí, con gente como ustedes, sentado en esta mesa, tomándome este café, mirando hacia afuera y encontrando bonitos los palacetes blancos del barrio. Y todo ha sido para mejor. No hay nada que temer. Sólo queda seguir esperando que las cosas cambien, que los mundos se derrumben para armar otros nuevos, irse a la mierda para volver y tener algo que contar. La otra opción es jubilar acá y recibir mi cajita de mercadería todas las Navidades para consumirla solo antes de la fecha de vencimiento y no, gracias, no me tinca". No puedo esperar aplausos después de tamaño arrebato de reafirmación de personalidad digno de un escolar, pero la única forma de que la gente aprenda cosas -me incluyo- es contándole historias. Pero el trasnoche, el alcohol y las ganas de contarlas no son una buena tripleta. Seré pendejo, pero nunca tanto como para tragarme el mito de Bukowski.

martes, 22 de enero de 2008

the summer is magic.

Todo el mundo tiene sus ritos de verano, unos más respetables que otros: aprovecharse de la generosidad de la tía solterona que vive en un balneario, visitar chorreras de primos para emborracharse y jugar a la pelota, ir a la casa de playa familiar y encerrarse a jugar naipes, hacer dedo en la Ruta 5 y terminar en el lugar menos pensado. Mi rito de verano es ver tele. Tele basura. Desde el mítico verano de Protagonistas de la fama que la tele me entrega ese sentimiento de pertenencia que es tan veraniego. Ahora no tengo mucho tiempo de ver tele -hallelujah-, pero ayer me hice el tiempo de ver Hit, mi obsesión de estos días. No placer culpable, ya dije que de ésos ya no quedan. Me gusta que todo el mundo se sepa esas canciones malas: creo que mi parte favorita es cuando el público, a coro, tapa al concursante con la letra de la canción que olvidó. En Bilbao no hay cable y ésa es mi excusa perfecta para consumir porquerías catódicas tranquilo. Jugué a ganar los karaokes y los gané todos, tal como lo hacía antes con las cultas preguntas de Quién quiere ser millonario. L. me miraba con cara de qué-le-pasa-a-este-hueón, mientras rebobinaba con un Bic un cassette de Isabel Pantoja o algo así de espantoso. El techo de Bilbao, que debe datar de 1925, tuvo un momento intensivo de descascaración justo en ese momento. Rechacé acompañarla a comprar cigarros a la Esso de Antonio Varas porque estaba por empezar Amor ciego. "Vos sos periodista, no entiendo por qué no estás vos en la tele en vez de esos feos, mirá ése, si parece que se le va a escapar la baba", me decía una impactada L. Le expliqué que la gracia es que sean feos y que ni en sueños puedan acceder a la mina pero que, como la tele debe ser generadora de esperanzas, fijo que hay uno con el don de la palabra que se la termina dando vuelta. Creo que usé la expresión "dando vuelta" y L. me miró feo. Al final del programa, la mina echó a un gordito que decía que a sus 23 años "no había estado con ninguna niña". A L. le pareció justo. "Mirá que andar mendigando amor así", dijo. Ya se le habían pasado las ganas de salir a comprar cigarros.

domingo, 20 de enero de 2008

another temucan weekend.


SI hay algo que me gusta de Temuco -de lo poco que me gusta, no me he vendido tanto a la nostalgia conformista del adulto joven- es caminar por Gabriela Mistral en una mañana de domingo con ojeras y los labios partidos. No por las veredas, sino como debe ser: al borde de su famélico riachuelo lleno de mugre y árboles flácidos que separa sus dos vías. Gabriela Mistral es acaso la única calle -perdón, avenida- de Temuco que te hace creer que pasan cosas, que esto no es un valle a los pies de un cerro que se fundó para someter a los mapuches condenándolo así a un futuro bastardo. El poder del agua, supongo. No le encuentro otra explicación. Aunque sea el agua de un estero picante. Gabriela Mistral está lejos del centro y no debe tener más de unos treinta años de antiguedad. Es parte de lo que se podría llamar "el nuevo Temuco", el que nació cuando el pueblito comenzó a crecer desmedidamente producto de la migración indígena y el lavado de dinero, transformándose en una ciudad de trescientos mil habitantes con alma de aldea. Los dos poetas más famosos y espantosos de Chile vivieron alguna vez acá así que alguien pensó que no quedaba otra que bautizar liceos municipales y avenidas con sus nombres. "A la Gabriela la tiraron allá atrás, por donde nadie anda", me dijo una vez un colectivero 11-P indignado por los bucólicos barrios donde se emplaza la avenida. Como si la señora no se hubiera muerto a mediados del siglo pasado y el resto de la ciudad no hubiese estado fundada. Gabriela Mistral empieza en Pedro de Valdivia, ahí donde está el puente para peatones que separa uno de los sectores más peligrosos de la ciudad con los nuevos y santiaguinizados edificios de 25 pisos destinados a profesionales jóvenes arribistas y ancianos. Y termina en el Barrio Inglés, ese suburbio C2 para gente que se cree ABC1 lleno de casas rigurosamente iguales entre sí, plazas iluminadas y calles con nombres británicos: Brixton, Liverpool, Almirante Nelson. Donde ahora hay un Líder, donde antes había una pampa en la que íbamos a hacer trompos con los autos de los papás de mis compañeros de colegio, cuando éramos pelotudos y creíamos que la diversión temucana consistía en eso y en mirar con pica cómo se empañaban los vidrios del ocupadísimo auto estacionado más allá. Gabriela Mistral es una avenida larga pero está cortada al menos unas tres veces: a ratos tiene una sola vía, a ratos una termina y empieza la otra, incluso en un trozo de las Lomas de Mirasur no existe en absoluto, ahí justo frente a la Cataluña, donde hay algo que alguna vez fue un fundo y que seguramente sus dueños, nostálgicos de Hernán Trizano, se niegan a vender para que Socovesa pueda seguir ampliando su conjunto de casitas como-dibujadas-por-un-cabro-chico. Me gusta Gabriela Mistral porque grafica el desorden de una ciudad que se niega a ser ordenada y que no le alcanza para ser caótica. Que no puede tener onda por más que lo intente, pero que te empuja a apreciar lo poco bueno que tiene, aunque tengas que correr un millón de ramas de árboles para encontrarlo.

sábado, 12 de enero de 2008

WEEKEND UPDATE



* En la mañana vi Control. Es básicamente lo mismo que el reportaje que salió en dos partes en Rockdelux hace dos veranos, pero blanco y negro y bien desprendido, como mucha gente cree que deben ser los documentales. No me consta que Corbijn sea fan de Joy Division, de hecho no me consta que Ian Curtis haya sido tan lacónico como lo pinta. Cada vez me convenzo más de que si uno no es fan de algo, entonces para qué meterse. Y que me atrae más el que me ofrezcan un té después de llegar de gira, que ser rockero.
* El segundo piso de Bilbao volvió a ser sólo mío. Tengo vista al edificio de atrás para retomar lo de jugar a ser el tipo de Sliver, baño propio y una puerta mágica de acceso al techo donde salto y juego a ser Peruvian Tekken.
* Se me está acabando la ropa limpia, lo cual quiere decir que es hora de tomar una decisión. Should I stay or should I go?
* Revisé veinte contratapas de libros en el Parque Arauco y me asalta una duda: ¿por qué el estupro es un tema tan recurrente?
* Pablito, la Maca y ocasionalmente Patrón son los únicos que postean en este blog y, presumo, mis únicos lectores. Un saludo para ellos.
* Al lado mío, acá en el ciber de los peruanos de Seminario, hay una mina argentina de unos 35 o 40 (pero totally fuckable, como la mayoría de las trasandinas post-maternidad) hablando por Skype con su hijo sobre las posibilidades de Barack Obama. "A Obama lo aposha Oprah, sabés?". Creo que podría despertar con una mujer que me hable de Obama y de Oprah mientras como pan tostado con mantequilla y tomo Dr. Pepper helado.

sábado, 5 de enero de 2008

el año que vivimos en peligro.

Me disculpan por el vergonzoso exabrupto-cliché del título, pero el 2007 lo amerita. Después de cinco años de universidad que fueron una laguna mental, los planes concretados a medias del 2005 y lo sin gracia del 2006, tenía que venir un año decente, cómo tanto.

Las cosas fueron un poquito como prometían ser en la adolescencia cronológica -porque me temo que la otra sigue aquí- y logré retomar las riendas que nunca debí soltar. Que se soltaron solas producto de la frustración académica, la incapacidad de avanzar y rollos de relaciones humanas ya solucionados.

En el puto 2007 hice lo que quise: viví más tiempo en Santiago que en Temuco, viajé fácil unas 30 veces en bus de una ciudad a otra, supe lo que era ducharse con agua fría, tener hambre, caminar a lo largo de tres comunas para ahorrar en micro y reemplazar la Coca Cola por Citrus Líder, hice un diplomado que fue lo único académico que ha valido la pena en toda mi vida, murió mi abuela, me cambié de casa en Temuco, atropellaron a mi vieja, conocí el Dr. Pepper, fui a las MIB, tuve el 18 de septiembre más extraño de todos, cambié mi Mac Mini por un iBook G4 y mis viejos Nex por un iPod como la gente, conseguí un trabajo 9-to-6, conseguí otros potenciales trabajos en menos de tres meses, gané mi primer millón, tuve amigos y amigas adorables y vi y leí más que en los últimos cinco años. Una carita feliz por todo eso.

Y el 2008 empezó tan extraño que ni me atrevo a mencionarlo.

Como que de aquí en adelante los años no pueden sino ir siendo sucesivamente mejores. Hasta morir relativamente joven, dejar un cadáver saludable y un mito que intrigue a las generaciones venideras.