martes, 31 de julio de 2007

temuco, la última frontera

Frío, mucho frío, fin de semana y algo más en un lugar que, como al tipo de The OC, no me pertenece. Capuccinos matinales, vaho en la ventana: detrás de ella las ejecutivas del Banco del Estado, los feos edificios Llaima y dos pendejos de chaleco rojo tirándose una pelota en el patio de una iglesia bautista. Comidas decentes, Kunstmann miel y tortas como las de cuando pendejo. Idas al cine aplicando el clásico 2x1 que no está escrito en ninguna parte -sí, el de pasarse a otra sala cuando terminó la peli por la que pagaste-. Pinchazos no devueltos de puro huea, pinchazos no recibidos, pinchazos no efectuados, menos todavía una llamada, hasta cuándo con la moral 1997 si en la era del sms-msn no hay excusa para no comunicarse, el hueón-shy ya no vende, ya ni siquiera te sale honesto. Muchas ideas en la cabeza y el delirio de grandeza de pensar que basta con un "mira, te quiero mostrar esto" para que se conviertan en Algo. Como dijo Ratatouille, "los cambios empiezan cuando se deciden". Muchas películas para bajar/ver, poco disco duro/tiempo.

S. me dijo que el post de House no parecía escrito por mí pero no me explicó por qué, por más que insistí. No sé qué se puede esperar de mí.

Esta es la mejor canción del invierno 2007, pese a que es de hace diez años.

domingo, 29 de julio de 2007

Creo que mi adolescencia terminó el día en que cambié el "ojalá no entiendan nada" por el "ojalá que al principio no entiendan nada".

miércoles, 25 de julio de 2007

Our House


House es mi serie favorita del año, junto con la asquerosamente adolescente Friday Night Lights, que ya no veo porque no tengo cable -insertar violines aquí-. No sólo porque el desarrollo de cada historia y el mixture entre elementos médicos y dramáticos me parezca magnífico y cualquier tipo que se diga guionista de House se me convierte automáticamente en héroe personal, sino porque me da esperanzas de poder andar de House por la vida. Escupiendo rabia para que no quede adentro, sabiendo que la confianza en uno mismo viene antes del tener siempre las respuestas correctas y no viceversa como el puto sentido común dicta, entrecruzando los límites del hijoputismo
y la bondad, respetando la vocación propia por encima de todo y, especialmente, de todos. Masacrando con palabras a los otros médicos, tan sistémicos como ineptos al lado del Bacán de la Esquina. Poner las cosas en orden cada vez que corresponda. Ser el master del Tetris de la vida. House es una serie muy fascista y, torcidamente, esa es su gracia. A uno no le dan ganas de tener un papá o un Presidente de la República como House; de hecho, todo el tiempo queda claro que algo así sería un desastre. Uno quiere SER House. El problema es que sin una inteligencia extrema, un dolor constante en tu pierna (¿conciencia?) y traumas de infancia con tu padre nunca serás House. Sobre todo por el primer punto. La gracia de House es que es un pequeño dios -los únicos que existen-. Misántropo como todo dios, y como humano que es se cae de repente y se para rápido. Sin daños a terceros. Gastándose un poco por dentro, pero qué diantres. Es House y mañana habrá otra niña de 8 años con una enfermedad inexplicable a la que hay que salvar.

lunes, 9 de julio de 2007

obsesiones de las dos ultimas semanas.

* las hamburguesas con queso de $500 en mc donalds.
* marraquetas (no pan francés, tengo que santiaguinizarme) con nutella.
* perfeccionar al límite de lo compulsivo mi preparación del arroz con palta y queso para pizzas.
* la roncola. quién lo diría, com-pa-dre.
* sacar dos fotos con esa opción 1 --> 2 y después pegarlas con paint y que parezca un widescreen.
* vagar de noche. bueno, eso ha sido de siempre.
* aprovechar la mudanza para botar papeles, fotos y hueás varias que no vale la pena conservar. y creer que eso da paso a algo.
* el ibook de la alejandra que pronto debería ser mío.
* ver openings de series en youtube.
* friday night lights, la nueva serie asquerosamente teen de sony.
* los 5 cds de the oc mix. ha-ha. hasta cuándo jotapé.