miércoles, 23 de mayo de 2007

zambra

hace casi exactamente un año dije en este mismo blog (o en el otro, que es el mismo, qué más da) que me caía como el forro y después de leer esto retiro lo dicho con la actitud más hardcore que sea capaz de lograr.

lo acepto como regalo de cumple, eh.

martes, 22 de mayo de 2007

my own private servicio militar

Busco casa, se agradecen los datos, gracias. Me han quitado el televisor como un oscuro mecanismo de presión psicológica porque no he pagado el arriendo. Chgaink! Y yo no sé muy bien cómo se sobrevive sin tele. Por cierto, también busco un monitor para mi computador, que está a la venta porque el remate jotapetiano empieza y termina sin motivos aparentes.

Lo único enchufable que tengo en la pieza es el cargador de pilas y el calefactor (que se supone que no debería usar porque los enchufes yadayadayada y cuando menos te lo esperes puedo aparecer en las noticias por un nuevo incendio que destruyó una clásica manzana de la capital). Esto es hippismo puro y duro.

Terminé de leer un libro sobre Reservoir Dogs que me prestaron, y cuenta la típica historia que Tarantino se arrendó un departamento en Hollywood y conoció a Monte Hellman (qué gran nombre) en una fiesta y de puro ebrio le empezó a contar de sus proyectos y después le mandó el guión escrito a mano en hojas de distintos tamaños y casi que manchadas con café pero rayó tanto que terminó coproduciéndole su ópera prima con el vuelto del pan. Los libros que relatan la forma en que cineastas o escritores o etcétera "la hicieron" son mi equivalente a Coelho. Qué asco, igual. Cuando chico leí "Tus zonas erróneas" porque alguna vieja idiota se lo prestó a mi madre para que "viera la luz". Cada capítulo era un tópico distinto de las trancas hueonas de la gente, como "vencer el miedo a la muerte" o "disfrutar la ida al supermercado". Y las soluciones eran muy posthippie y facilonas, onda "sé tolerante" o "asume que esto es lo que hay". No necesité tener más de 11 años para darme cuenta que la solución era tan zombie como el problema y que la única salida es quedarse ahí, viendo qué pasa, y ya, qué tanto. El tipo que escribió el libro de la peli como que babea con Tarantino y probablemente no lo conoce y cuando lo conozca no sé qué sería capaz de hacer para agradecerle a Tarantino por tan mágicas películas, pero cuando cerré el libro, concluí que mejor no tomarse tan en serio nada ni nadie. Bebí dos sorbos de Cítrus Líder y switcheé a Salinger y luego dos sorbos más y dormí.

Puta, igual echo de menos a la gran chusma del musguismo. Nunca pensé que me pasaría.

miércoles, 9 de mayo de 2007

La hora 25

Además de ser el insoportable programa cultural-gobiernista para izquierdistas-Zara del momento, la hora 25, según yo, es ese lapso en el que se produce el cambio entre la vigilia histérica y las ganas de mandar todo a la mierda tras no haber dormido durante la cantidad de tiempo en cuestión. Sacando cuentas ésta es mi hora 25 porque ayer desperté a las dos (pm, claro) y ahora son las tres y no sueño, no cansancio, no flojera, no nada. Al contrario, una extraña adrenalina que me empuja a querer hacer millones de cosas sabiendo que es imposible terminar alguna. Sé que todo se debe a que ayer me tomé tres cafés en la universidad y no asumí lo mala idea que era hasta que tres dedos de mi mano derecha tuvieron Parkinson por una hora. De ahí en adelante todo ha sido pocos pestañeos por minuto, ganas incontrolables de moverme, necesidad de escribir frases sueltas en el cuaderno que debí haber traído para escribirlas acá cosa de que "sirvieran de algo" (sirve de algo esto? se preguntan cosas como ésa a estas alturas?), deseos de probarme a mí mismo si soy capaz de no dormir hasta el viernes o sábado y ver qué pasa, ganas de ir al baño, ganas de hablarle estupideces a la chica linda que estaba aquí antes de que saliera y que cuando volví ya no estaba, ganas de malgastar la plata, ese tipo de cosas. Algo debe andar mal porque ya debería estar cansado. Así se siente estar jalado? Y si de repente ya estoy preparado para tener treinta? Hasta qué punto es buena idea actualizar el blog porque sí? Cuántas cosas hay allá afuera que efectivamente pueda tomar ahora, hoy día, en este momento? Por qué es como-choro-así escribir con preguntas? Debería este blog cerrarse de una puta vez? Igual he hecho cosas re buena ondas, como ir a clases, vagar, ocupar internet, almorzar chocmans, profundizar mi nueva adicción morbosa-culpableperono por la televisión abierta, leer caleta, ir a performances en Matucana sobre tipos que le pegan a una mesa, ver cortos alemanes raros, beber cerveza con papas fritas en bares cutres y después no pagar las papas, emborracharme un poco y caminar así para ver qué pasa, escapar de la vieja de la casa a la que no le he pagado el arriendo, y otras aventuras aún más emocionantes, pero no da andar contando lo que uno hace. Ya, chao. Lo de siempre.