miércoles, 22 de febrero de 2006

Honestidad brutal

Mis lloriqueos fueron escuchados. Tengo un reproductor de mp3. Es chico, rojo, tiene esa textura como de tela de sillón que da gusto y un poco de nervio al tocarlo, y suena bien. La marca es media flaite, pero creo que el precio de estos objetos en marcas más renombradas es exagerado. Y como tampoco lo pago yo, el muy barsa, opté por un Nex. Mi madre, melómana hasta el hartazgo -aunque con algunos gustos dudosos. creo- también quiso uno, y con el doble de capacidad que el mío. Los privilegios de ser quien maneja esos pedazos de plástico que nos arreglan la vida.

El vendedor pistoleó una de las dos cajas mientras nos explicaba que podía agregar una garantía a ambos aparatos por el precio de la de uno, "como son iguales". Ahí fue cuando miré la pantalla que indicaba que estàbamos a punto de pagar dos reproductores de 256 MB. Y el muy gil de Jotapé va y le dice "oye, pero uno es de 512...". El vendedor se pega en la entreceja y pone cara de "cresta", antes de apretar varios botoncitos como robot y arreglar el error. Recién ahí caí. Idiota. Te quedas callado y te cobran dos de 256 y te dan una garantía baratísima. Pero no. Tu primer impulso fue ser honesto. Como suelo tener delirios de autoflagelación, estuve a punto de decir "no, sabes que no lo llevo, adiós" y correr hasta un baño público y patear la taza, de pura rabia. Hey, si la plata no sobra. Qué son quince o veinte lucas para una empresa como Almacenes París. Y serían muy hijos de perra si le cobran el condoro al empleado. Si cualquiera se equivoca. Aunque la posibilidad de esa última opción me calmó un poco y me hizo sentir casi un boy scout ayudando a la abuelita de turno a cruzar la calle.

No sé si sea bueno ser (tan) honesto. Idiotamente honesto. No puedo mentir. Creo que pongo una cara estúpida cuando miento y me pillan fácil. Son las consecuencias de la educación. Obvio que tampoco se trata de andar poniendo trampas para ratones por ahí, pero saber quedarse callado es importante. Y eso que no soy un tipo ruidoso precisamente.

Hay personas a las que no les quiero mentir nunca y me siento bien no haciéndolo. Aunque termine avergonzándome o convencido por un segundo de haber hablado más de la cuenta. Pero a una empresa, qué demonios. Supongo que ahí está la sutileza del mentiroso piadoso. Los brutalmente honestos no llegamos a ninguna parte, porque la brutalidad es destrucción. Así que me pongo en campaña para mentir un poco. Hasta ahora, al menos, he omitido bastante.

PD: Estoy viendo Los Simpson en FOX y no sé por qué demonios están en portugués. No le he movido nada a la tele y ni siquiera tiene SAP, así que no cacho qué onda.

PD2: Miro hacia afuera y parece Junio. Maldita lluvia. Si salgo de acá, tendría que ser por una muy buena razón. Muy buena.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito por tu honestidad. De repente uno piensa que es gueón por no aprovecharse a veces de algunas situaciones, pero al final todo se devuelve. Lo malo y lo bueno que uno ha hecho. Cariños

Anónimo dijo...

Hola, vengo por primera vez y me gustó mucho tu post. Creo que saber quedarse callado es una virtud y es bueno ejercer ese derecho (no olvidar: es nuestro derecho)
Saludos

Anónimo dijo...

:::Oye esas cosas se las cobran al vendedor asi que no te recrimines
por no quedarte callado, además tu eres LO buena persona , asi q hiciste lo correcto,q buena lo del mp3, sòlo que ahora me pregunto ¿Cuàl será el nuevo "único objeto material que quiero"?, supongo que el I-POd.

un abrazo

Lau

Anónimo dijo...

todo passando papá

Anónimo dijo...

Wonderful and informative web site.I used information from that site its great.
» » »