sábado, 31 de diciembre de 2005

End season

He escuchado cuarenta veces en las últimas veinticuatro horas la frase "qué rápido se pasó este año". Cuando chico, un año me parecía una eternidad. Terminaba un verano, empezaba a llover, había que ir al colegio y parecía que quedaba una eternidad para volver a tener días con sol y libertad. En cambio ahora es simplemente un ciclo, que sabes que se va a repetir porque uno nunca piensa que se va a morir ni nada de eso. Ahora la vida tiene que ser rápida. Es la dictadura de la rapidez. La promesa de que se pasa mejor apretando el acelerador. Yo igual soy sistémico y lo creo. La lentitud apesta. La lentitud es para cuando eres chico y todo te sorprende, o viejo y nada lo hace. Y como soy mitad chico y mitad viejo, el 2005 se me pasó lentísimo y no puedo decir la frase de marras.

Se lo comenté a mi madre y me dijo "es que no hiciste nada, por eso se te pasó lento". Pero yo creo que hice cosas. Pocas, y concentradas en el segundo semestre, pero las hice. Cosas que hace tres o dos años no habría hecho. El otro día la Coni me mandó un test -que pensé en publicar acá, pero luego me dio un ataque de pudor express y desistí- en el que tenía que poner, entre otras cosas, qué hacía yo hace diez, cinco, dos y un año. Y me costó encontrar hechos que merecieran ser contados. Es que mi vida es fome. Y esta es la parte donde debiera retroceder el cursor, sacar "es" y poner "era". Pero no estoy para ese tipo de decisiones.

Partí el año haciendo la práctica en una mugre de canal regional que nadie veía. Me tocó trabajar el primero de enero, incluso. Entré, por primera vez en mi vida, a un pabellón del Hospital Regional para sacarle la cuña a la mamá de la primera guagua del año. Así de cliché. Estuve en esas hasta mitad de mes. Exceptuando una semana en Licán, tuve las vacaciones fomes que he tenido siempre. Y chuteé la tesis hasta más no poder. Pensé en hacer un diplomado de guión en Santiago pero después saqué bien las cuentas y desistí. Y dediqué mi primer semestre a bolsearle once a Shó mientras avanzábamos a paso de tortuga en una tesis vinculada a otra investigación, cuyos integrantes nunca nos mandaban las matrices de análisis y los datos a tiempo. Dimos el examen de grado en agosto y me pareció una especie de obra de teatro, escenografía con logo universitario y mantos sagrados para la mesa incluídos, donde unos hacen de profesores examinadores malos y otros de alumnos nerviosos que triunfan en el final con moraleja. Después de dos semanas de burocracia universitaria, partí a Santiago. Primero en una esquina de la pieza de Germán con un saco de dormir y un colchón viejo, luego en una pieza para mí solo. Aprendí a cocinar arroz y tallarines, intenté ser sociable y me di cuenta que el exceso de tiempo libre es dañino. Me fue bien, pero a la vez mal. Volví por la razón que casi todos los que leen este blog saben, y que no es "jajaja, no encontró pega el loser". Y me dediqué a dibujar, a escribir, a leer blogs, a juntarme con amigos que no veía hace tiempo, a afianzar lazos con otros y a mirar tele con actitud de Al Bundy hasta ahora. Eso en resumen. Quería hacer un balance. Mis disculpas si los aburrí. No es todo, pero tampoco falta mucho. Fue un año parecido a otros en el sentido de que la vida me empujó y no yo a ella, pero distinto porque, especialmente ahora último, aprendí cosas que no sabía y que es muy patético no saber a los 23. Lo bueno es que ahora los calendarios y las fechas y las edades y los tiempos perdidos me dan lo mismo. Aunque no tanto como para no hacer un recuento a lo capítulo 138 de Los Simpson. De verdad creo que la gente se programa, conscientemente o no, cuando un año se termina y empieza otro. Aunque sea un burdo número, algo se renueva en el aire. Debe ser la suma de actitudes. Y, como sea, te influye. Y hasta me dan ganas de brindar en la noche en vez de irme a acostar refunfuñando "pero si este año va a ser la misma hueá que el viejo".

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Una opinión de tu pincelada anual refleja lo fundamentalista que eres. Hiciste varias cosas. Tal vez estas un poco turuleco, te hace falta alchool.
Feliz año 2006.

Anónimo dijo...

no, mejor toma gatorade y hexalectol.

xD.

(partiste reclamando (!))

salu2 y silla soon.

Anónimo dijo...

Hola JP. Tanto tiempo, no? Yo andaba fuera de Stgo, un poco de aire antes de seguir.

Yo ni siquiera me he dado la lata de hacer recuentos de este año. No pienso hacerlo. Me niego.

Saludos chico.

Anónimo dijo...

mmm ojala este año sea mejor (seguro te lo dijeron 20 veces antes)
Yo ni hice resumen, pa hacerlo debia empesar a recordar, so lo hacia.. seguro me dna ganas de matar a alguien o matarme yo, mejor lo dejo asi

Anónimo dijo...

Un año nunca puede ser igual a otro! Uno aprende cosas en el camino que hacen ver todo diferente... Igual a mí el tiempo se me pasa cada vez más rápido, y no precisamente porque lleve una vida acelerada. Es la edad. Putamadre... :S

Saludos, y feliz 2006, si te sirve de algo la frasecita... xD

Anónimo dijo...

animo JP y empieza el año bien en Love Parade , apuesto que este 2006 el año se viene de la puta madre


Lau

Anónimo dijo...

lo importante es lo importante
a propósito de una post de Ricardo Hidalgo acerca de "reinvertarse", lo importante es abrazarnos de una intención" ... deja aquí la tuya y será fuente de inspiración de una obra para ti.. pincha en esta dirección: http://arteciudadano.blogspot.com/ y escribe en los comentarios.

bea

Anónimo dijo...

Very nice site! »