jueves, 28 de diciembre de 2006
invente su inventario
No voy a subir ningún ranquin -los tengo en mis notas adhesivas del computador y los miro todo el rato, como hipnotizado con el secundero del reloj- porque lo encuentro demasiado nerd y no quiero parecer periodista. De hecho, la mitad de mis discos del 2006 fueron editados antes. Pero son de MI 2006. Se entiende?
Acabo de leer en un blog que este fue el año del perro. Guau. Yo soy perro. En el horóscopo, se entiende. Y se supone que los años de tu animal son TUS años, winnermente hablando. Pero éste fue fomeque. Sería injusto decir que fue malo, sería exagerado decir que fue bueno. Me estanqué en todo, pero no me aburrí. Se me olvidaron viejas metas y me acordé de otras. Conocí gente que vale la pena y otra que no tanto. Logré solucionar ese desastre que comenzó en noviembre de 2005 y terminar el año sin ganas de poner una bomba en la plaza de armas y salir corriendo.
Y ahora, sólo me río. Y pienso en la proleta y en las vacaciones y en que venga lo que venga. La vieja conclusión, remixeada y rediseñada para que parezca nueva. Como las bandas del top 5.
viernes, 22 de diciembre de 2006
alfajores terrabusi
ABANDONE SU VIDA DURANTE TRES MESES
Desaparezca sin más. Deje atrás todo lo que le impide crear su obra maestra. Su trabajo, su familia y su casa, todas esas obligaciones y distracciones, déjelas en suspenso durante tres meses. Viva con gente afín en un entorno que promueve la inmersión total en su trabajo. Incluyendo comida y alojamiento gratuito para todos los que sean aceptados. Apueste una pequeña fracción de su vida por la posibilidad de crear un nuevo futuro como poeta, novelista o guionista profesional. Antes de que sea demasiado tarde, viva la vida con la que sueña. Plazas muy limitadas”.
* lo vi hoy en la antártica y estuve a punto de esconderlo debajo de mi polera y salir corriendo sólo por éste, el texto de contraportada. quiero saber si chucky se ríe de eso o lo encuentra el camino o ninguna de las anteriores. lo acepto como regalo de navidad. es carón sí.
* ayer pasé a mirar la expo fotográfica del museo araucano. había una foto de vicente huidobro, el poeta, rodeado de minas. todos con actitud de ir saliendo del equivalente entreguerras de sala murano. no recuerdo de qué año era, pero la cuenta me permitía deducir que todas estaban muertas. pese a lo vivas que se ven. pese a que tienen cara de que les calienta el poeta, con todo lo feo y esmirriado que era. la mitad de las personas que salían en todas las fotos están muertas.
* ya empecé con la tonterita de hacer rankings. top 5, para ser más exacto. canciones, pelis, gente, fotos y epifanías del 2006. están en mi mente. si me pillan volando bajo, las publico acá.
* happy festivus a los que aún leen esta mugre.
viernes, 15 de diciembre de 2006
Did you get older doing nothing today?
- hoy me quedé encerrado con un milico en el ascensor de falabella. yo iba con el especial del clinic en la mano, lo que provocó que el muchacho uniformado me mirara con un leve dejo de "te voy a fusilarte". fueron cuatro largos pisos. debo admitir que me asusté un poco. un poco bastante, diría.
- vi un capítulo de la (cuarta?) temporada de the oc, serie que no veía hace mucho. y el shock fue similar al de ver a un viejo amigo convertido en un hijo de puta, o a una mina que te gustaba fea y convertida en el remedo de su mamá. todo estaba tan cambiado que no sabes si la serie se pudrió o tú te quedaste ahí, sin evolucionar, incapaz de comprender "lo nuevo". dudando de tus valores, o algo tan mamón como eso. ahora sólo quiero una nueva serie que me confirme que no estoy equivocado. obligado a escribirla yo.
- qué cool es la palabra sátrapa.
- me gustan las escolares and I cannot lie.
- escribo sin mayúsculas porque creo que las mayúsculas están condenadas a morir. son muy innecesarias. debieran usarse sólo para crear énfasises (se dice así?). no soporto a los talibanes de la gramática. me han dicho que lo soy, pero sólo alego cuando los errores impiden el entendimiento o afean una palabra. o alguien cree que "aser" es más lindo que "hacer"? no poh. si las palabras tienen estética.
martes, 12 de diciembre de 2006
vuelven los pinochetistas y no voy a volver yo
domingo, 10 de diciembre de 2006
at-choo
2. he estado leyendo a nietdxnfsjdsche. no sé dónde voy a llegar así. igual dice hueás re interesantes.
3. ecuador es el futuro. estoy pensando seriamente en vacacionar allá. además me han dicho que a los chilenos nos tienen buena, vaya uno a saber por qué.
4. estoy a la espera de recibir mi primera compra hecha con visa y me siento terrible de adulto hasta que miro mis zapatillas de casa con forma de vaca y mi old-fashioned macintosh de papel con su carita sonriente sobre el monitor (el de verdad).
5. con este template no puedo tildar. necesito arreglar eso urgente. se aceptan orientaciones geeks para lograrlo.
6. le saqué el adsense a esto. desistí. además, soy un joven desprendido que no cree en el dinero como mecanismo para alcanzar estadios superiores de existencia.
jueves, 30 de noviembre de 2006
miércoles, 22 de noviembre de 2006
Domingo en la noche - 1993
So early 90s. Tiene olor a gringo y por eso me gustaba. Por la promesa del popcorn salado. Porque todo lo que había acá era gris y feo. Nos creíamos conectados con el mundo gracias a Temuco Cable Visión y su alucinante parrilla de 15 canales.
Tiene olor a onces de domingo con los malísimos Sacher de Santa Isabel, a hueás para el colegio que hubo que partir a comprar al Multimarket porque el nene se acordó a última hora, a arreglos de la mochila, a traspasos de materia de la semana que pasó en la que me corrí olímpicamente de clases mediante exageración de mi resfrío.
La nostalgia es cada vez más inmediata. En un par de meses más me veré mirando melancólicamente a la ventana recordando lo que pasó hace tres horas.
lunes, 13 de noviembre de 2006
Noviembre el mes que la lleva siempre
Hace dos años estaba aprendiéndome a hacer el nudo de la corbata y acostumbrándome a andar todos los días vestido como si fuera a un matrimonio.
Hace tres años estaba en Valdivia mirando películas y creyéndome el cuento del comentarista con mirada y el do it yourself y todas esas cosas que se desechan con la madurez.
Hace cuatro años estaba drogándome por ahí.
Hace cinco años no me podía quedar dormido tranquilo porque pensaba que al otro día no iba a despertar.
Hace seis años lanzaba el despertador contra la pared y no iba a dar las pruebas porque total me iba a salir de la carrera que al final terminé.
Hace siete años estaba cortando la punta de la corbata del colegio y tirándola al aire mientras alguien me escribía alguna mamonería del tipo "espero que siempre seamos amigos" en la camisa y otro alguien regaba el patio de champaña recién abierta.
Hace ocho años me dolía la guata todo el día y pensaba que iba a repetir de curso.
Hace nueve años iba a fiestas y lo pasaba bien.
Hace diez años pensaba que todo iba a ser la zorra en diez años más.
martes, 24 de octubre de 2006
Hi
I turned my blog's old URL noquieroserperiodista.blogspot.com into
likearoboc.blogspot.com. So, I want to recover the old one to make a new
blog, but when i try, Blogger told me that it is unavailable.
What's wrong?
I hope you can help me.
I'm from Chile.
Thanks.
Así que recuperé mi viejo y tonto subdominio.
Me gusta como suena el "I'm from Chile". Es como "i'm retarded, please, please, help me".
Hoy fue el día del cine y no entré a ver ni una hueá porque nada me pareció lo suficientemente bueno. Internet killed the movie star? No creo. Ver tele nunca será lo mismo que ir al cine, aunque hagan series cada vez mejores. O con mejor dirección de fotografía al menos. Ver pelis en el pecé nunca será lo mismo que ir al cine, aunque tengas un LCD lolo que se ve ridículo en tu pieza de papel mural roñoso y envases de Stax en el suelo sin Stax adentro. Ir al cine es la manera físicamente más bacán de reemplazar la película de la realidad por la película de mentira. Aunque no puedas agarrar al prota y zamarrearlo o insultarlo. O sea, puedes -para eso se inventó el popcorn- pero no te va a escuchar. Nada es perfecto.
martes, 17 de octubre de 2006
vamos a hacer como que estamos en la antartica
La vida es tan lyncheana que ya me he encontrado dos veces con el mismo homeless y dos veces me ha hecho la misma zancadilla y dos veces he estado a punto de sacarme la chucha en pleno centro de The Musgo.
Siempre hay algo raro ahí, esperando, en tus narices. La vida no es recta, como decía una horrorosa canción de ji jó chileno.
Me perdí la conferencia de Chomsky, damn it.
Y no puedo recuperar la dirección noquieroserperiodista para este blog, lo cual me parece irritante. Ni siquiera puedo crear un nuevo blog. Mandé un mail a blogger.com con ese inglés guachulei que nos caracteriza a nosotros los de la araucanía, pero han hecho caso omiso. Ni siquiera un mail tipo onda "Thanks for your opinion :-)". Estos geeks empiezan a ganar un poco de plata y ya se creen dioses.
Veo tele gringa por viidoo y es lo mejor que existe en el universo. Claro que lo tengo que hacer en el feo pecé de mi vieja porque no hay versión para manzanas.
Me gusta este video:
lunes, 16 de octubre de 2006
sábado, 5 de agosto de 2006
pajas mentales strikes back
miércoles, 2 de agosto de 2006
living in a coup land
- El Prozac es fantástico, y creo que va más allá de la serotonina y los quimiorreceptores y ese tipo de cosas. Creo que estos agentes químicos te cablean de nuevo el cerebro para que puedas pensar en paralelo. Transforman, literalmente, tu cerebro; de un Macintosh o un IBM te lo convierten en un Cray C3 o un Thinking Machines CM5. Las sustancias químicas tipo Prozac no suprimen las sensaciones sino que las descomponen en pequeñas "unidades de sensación", que el nuevo cerebro en paralelo procesa más deprisa desde un punto de vista informático.
- Me parece que necesito un segundo para digerir esto, Eth...
- Yo no. El pensamiento lineal está superado. Lo último es el pensamiento en paralelo.
- Explícamelo con más claridad. Eso que tomas, lo que sea, ¿cómo afecta a tu percepción del tiempo?
- Recuerdo una vez que estuve muy deprimido durante unos seis meses. Cuando salí de la depresión, tuve la sensación de que debía recuperar aquellos seis meses "perdidos". Chaval, la depresión te "chupa". Por eso mi lógica es que, mientras no esté con mal rollo, no pierdo el tiempo. De modo que me aseguro de no tener nunca un mal rollo. Alguna vez te habrá pasado que alguien va y te pregunta: "¿Te acuerdas de aquella fiesta en la playa, el año pasado?", y tú contestas: "Ah, ¿sí?, ¿fue el año pasado? Habría dicho que fue hace un mes. "Si voy a vivir un año, quiero que valga por un año. No quiero sentirlo sólo como un mes. Todo lo que hago está destinado a hacer que el tiempo "parezca" otra vez tiempo, a hacer que lo sienta más largo. Tomo el tiempo a granel.
martes, 25 de julio de 2006
is an empty room
Precisiones sobre el post anterior: el maharishi se quería puro comer a la Mía Farrow y ese grupo moderno los bícls se picaron por eso y le hicieron la canción. Ellos trascendieron en el tiempo. El maharishi, no. Y Mía Farrow se casó con un cineasta atormentado -la otra noche vi Annie Hall y lamento no haberla visto un par de semanas antes- que de vieja la cambió por una adolescente japonesa. Life is not a sitcom. Life is a soap opera. A Mexican one.
Ayer vi una re buena en La Red. La protagonista se llama Rubí y es impresionante. Sana diversión para tus cinco de la tarde. La divulgué y descubrí que la gente inteligente es dada a consumir basura sin mayor prejuicio. Me caen bien.
Me dicen por msn "de dia yay!" y yo repito en voz alta "de día yay!" y me alegro por estar despertando a horas humanas. Wearing that stupid man suit.
Escribo pedazos en inglés porque el inglés es el idioma de los cobardes. And french is the language of cowards.
Se largó a llover tan fuerte que apenas escucho la música y esto es como indefensión pura. Me largo.
sábado, 22 de julio de 2006
You made a fool of everyone
You made a fool of everyone
Sexy Sadie ooh what have you done.
Sexy Sadie you broke the rules
You layed it down for all to see
You layed it down for all to see
Sexy Sadie oooh you broke the rules.
One sunny day the world was waiting for a lover
She came along to turn on everyone
Sexy Sadie the greatest of them all.
Sexy Sadie how did you know
The world was waiting just for you
The world was waiting just for you
Sexy Sadie oooh how did you know.
Sexy Sadie you'll get yours yet
However big you think you are
However big you think you are
Sexy Sadie oooh you'll get yours yet.
We gave her everything we owned just to sit at her table
Just a smile would lighten everything
Sexy Sadie she's the latest and the greatest of them all.
She made a fool of everyone
Sexy Sadie.
However big you think you are
Sexy Sadie.
miércoles, 19 de julio de 2006
el target
o sea, mi ultimo post fue un ejercicio literario digamos
[22:38:34] mierda!!! peligro de tsunami?????? dice:
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
[22:38:45] mierda!!! peligro de tsunami?????? dice:
malditos periodistasno se sabe cuando dicen la verdad
[22:39:05] the bagman's gambit dice:
jajajajjaa
[22:39:12] the bagman's gambit dice:
aprender a mentir es un proceso duro
[22:39:21] mierda!!! peligro de tsunami?????? dice:
brrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
[22:39:23] mierda!!! peligro de tsunami?????? dice:
loco
[22:39:26] mierda!!! peligro de tsunami?????? dice:
soy media actriz
[22:39:34] mierda!!! peligro de tsunami?????? dice:
yo tambien miento
[22:39:39] the bagman's gambit dice:
una media actriz y un medio periodista. no hacemos uno.
lunes, 17 de julio de 2006
lávate los dientes.
And I'm feeling kind of great
Kind of great
(Adorable - Glorious)
Hay momentos en los que todo parece estar bajo control. Estiras un brazo hacia la izquierda y el otro hacia la derecha y defines los márgenes de todo lo que importa.
Hay otros en los que todo se desarma. Las cosas siguen ahí, impávidas, y son las personas las que se caen. Y no te das ni cuenta cuando estás pasando un pedazo de toalla nova por un piso lleno de sustancias que no tenían nada que estar haciendo ahí.
Abres tu billetera roñosa y encuentras tres cosas: dos pasajes de bus y un papel. Un pasaje lo usaste, el otro no. Cinco lucas perdidas. El papel es blanco y al reverso tiene una hora: 5:50 am. Y una fecha. Equis fecha. Tienes dos opciones: tirar los recuerdos a la basura o guardarlos ahí, junto a tu carnet de identidad, tus tarjetas de crédito adicional-de-la-mamá y la poca plata que has logrado ahorrar después de vender lo invendible. Decides la primera. Ahí, en una bolsa negra, está todo lo que alguna vez te importó. Mañana, un tipo sucio, que no entiende nada, que nunca en su vida prendió un computador, la tomará y la lanzará con violencia dentro del camión en el que trabaja, antes que el camión lo lance a él. Ahí quedaron tus recuerdos. ¿A alguien más le importan? Si puedes, véndelos. Si no, bótalos. No hay otra opción coherente. ¿Dónde encasillas el momento en el que mandas a la cresta los recuerdos? ¿Control o descontrol?
jueves, 29 de junio de 2006
People are fragile things, you should know by now
Me tomo un descanso en medio de la pavada que tiene todas mis noches ocupadas. Me podría quedar dormido, pero tengo la cama tan llena de papeles y dibujos impresos y hojas de cálculo (sí, eso dije) que la sola idea de ordenar todo me produce agobio y prefiero seguir. Ya deben estar por empezar las noticias en la tele. Me gusta la revisión de los diarios. Me ahorra entrar a sus sitios web, que están cada día más engorrosos y tecnológicamente elitistas. Me gusta la idea de dormir mientras todos despiertan, y viceversa. Creo que me gustaría trabajar de editor nocturno. Tomaría kilos de café, le buscaría discusión a mi único conectado en MSN y esperaría alguna noticia adrenalínica que me saque del letargo y me haga querer salir corriendo.
Estoy haciendo algo que es una volada que se me ocurrió en Santiago, mientras iba en el metro o algo así, contando la gente que entraba y salía del vagón en cada estación. Creo que puede ser una genialidad o una idiotez mayúscula o ambas cosas a la vez. No daré más detalles hasta mostrársela a quien corresponda. La hueá es que sólo consigo avanzar realmente de noche, y eso me tiene mal. Despierto a horas impresentables, eludo compromisos con excusas vergonzosas, como mal, ando irritable y mi deadline autoimpuesto es una amenaza real. ¿Es esto lo que quería? ¿Dónde estaba la letra chica que no alcancé a leer? ¿Cómo se hace para no ver a la gente que te rodea como personajes y no provocar conversaciones idiotas sólo para ver si lo que te responden es lo que habrías escrito antes? ¿Terminaré en la Clínica Normita? No sé, ya, me copé, quiero ser vendedor de seguros de vida. El fin de semana acompañé a mi madre a comprar uno. El beneficiario soy yo, supongo que es lo menos que podía hacer. La niña que nos atendió era de lo más amable y me decía "oye, pero tú eres tan joven, yo cumplí treinta y estoy de muerte, vivo con mi mamá y ella me dice que la vida se pasa tan rápido que uno no se da cuenta, por eso es tan importante asegurarse y...". Imagino que pasar una tarde de sábado y de muchos otros días en un mall, intentando que la gente minimice su inseguridad y bote diez lucas mensuales para eso, es ver pasar la vida realmente rápido. A mí ya me parece que febrero fue hace mucho tiempo. Tomarle el peso al tiempo es, creo, vivir en serio. La vida es corta. Ochenta años es una porquería, pero para uno es to-do. Entonces, es una cosa de mínimo respeto. Esa idea es parte central de la tontera que estoy haciendo. Ojalá se entienda la idea. Ultimamente he notado que no soy bueno explicando cosas. Me enredo al hablar -y al escribir, que es como lo mismo, no?-, no termino las ideas, soy como el abuelo Simpson, parto contando algo que me pasó cuando chico y termino hablando de lo caro que está el queso Philadelphia y de paso doy la lata. Este post es ejemplo de eso. Fin.
N. de la R.: La foto es pésima, pero encuentro que esto se ve feo y poco cool con tanto texto. Así que es como el cuadro de la manzana y la sandía en la consulta del dentista.
People are fragile things, you should know by now
Me tomo un descanso en medio de la pavada que tiene todas mis noches ocupadas. Me podría quedar dormido, pero tengo la cama tan llena de papeles y dibujos impresos y hojas de cálculo (sí, eso dije) que la sola idea de ordenar todo me produce agobio y prefiero seguir. Ya deben estar por empezar las noticias en la tele. Me gusta la revisión de los diarios. Me ahorra entrar a sus sitios web, que están cada día más engorrosos y tecnológicamente elitistas. Me gusta la idea de dormir mientras todos despiertan, y viceversa. Creo que me gustaría trabajar de editor nocturno. Tomaría kilos de café, le buscaría discusión a mi único conectado en MSN y esperaría alguna noticia adrenalínica que me saque del letargo y me haga querer salir corriendo.
Estoy haciendo algo que es una volada que se me ocurrió en Santiago, mientras iba en el metro o algo así, contando la gente que entraba y salía del vagón en cada estación. Creo que puede ser una genialidad o una idiotez mayúscula o ambas cosas a la vez. No daré más detalles hasta mostrársela a quien corresponda. La hueá es que sólo consigo avanzar realmente de noche, y eso me tiene mal. Despierto a horas impresentables, eludo compromisos con excusas vergonzosas, como mal, ando irritable y mi deadline autoimpuesto es una amenaza real. ¿Es esto lo que quería? ¿Dónde estaba la letra chica que no alcancé a leer? ¿Cómo se hace para no ver a la gente que te rodea como personajes y no provocar conversaciones idiotas sólo para ver si lo que te responden es lo que habrías escrito antes? ¿Terminaré en la Clínica Normita? No sé, ya, me copé, quiero ser vendedor de seguros de vida. El fin de semana acompañé a mi madre a comprar uno. El beneficiario soy yo, supongo que es lo menos que podía hacer. La niña que nos atendió era de lo más amable y me decía "oye, pero tú eres tan joven, yo cumplí treinta y estoy de muerte, vivo con mi mamá y ella me dice que la vida se pasa tan rápido que uno no se da cuenta, por eso es tan importante asegurarse y...". Imagino que pasar una tarde de sábado y de muchos otros días en un mall, intentando que la gente minimice su inseguridad y bote diez lucas mensuales para eso, es ver pasar la vida realmente rápido. A mí ya me parece que febrero fue hace mucho tiempo. Tomarle el peso al tiempo es, creo, vivir en serio. La vida es corta. Ochenta años es una porquería, pero para uno es to-do. Entonces, es una cosa de mínimo respeto. Esa idea es parte central de la tontera que estoy haciendo. Ojalá se entienda la idea. Ultimamente he notado que no soy bueno explicando cosas. Me enredo al hablar -y al escribir, que es como lo mismo, no?-, no termino las ideas, soy como el abuelo Simpson, parto contando algo que me pasó cuando chico y termino hablando de lo caro que está el queso Philadelphia y de paso doy la lata. Este post es ejemplo de eso. Fin.
N. de la R.: La foto es pésima, pero encuentro que esto se ve feo y poco cool con tanto texto. Así que es como el cuadro de la manzana y la sandía en la consulta del dentista.
sábado, 17 de junio de 2006
sleepless in Stgo.
Esta es la ciudad de las matemáticas porque construyen edificios en todos lados y estar en un piso 22 y no caerse al saltar en el piso es obra y gracia del mejor de los juegos. Así que de repente el próximo año me pongo a estudiar ingeniería y ya.
Lo freak es que, con todo esto, siempre quedan dando vueltas por ahí cosas que son imposibles de cuantificar. Y de describir. Ni los libros ni los números pueden con ellas. Las palabras se enredan y las cifras se tiran a la basura como una caja de leche vacía. Esas son las que realmente valen la pena, supongo.
Llegando a Temuco hago un post más coherente. Chao.
martes, 13 de junio de 2006
my left brain knows that all love is fleeting.
No hay nada que hacer. Bailar Haddaway, en el 2006, es una de las mejores cosas que te pueden pasar. De ahí en adelante, todo irá bien a tres días plazo.
Puse la mente en modo whofuckingcares y me ha andado bastante bien. No me puedo quejar. De repente, por eso mismo me da como lata escribir acá. Pero me resisto a convertir esto en un blog sobre lo bien que me lavé los dientes en la mañana, las falencias de la idiotamente llamada "ley LOCE" (que no entienden que la L es de "ley"?!), el drama de los perros callejeros o el dato de la banda que todos deberían escuchar y la película que todos deberían ver porque la intelligentzia mediática así lo determine. Así que por eso la irregularidad. Cuando tenga vida, la cuento.
Y puse links porque descubrí que, a diferencia de Safari, con Firefox sí se puede. Ya, eso. El minuto geek.
N. de la R.: Me compré la última Rolling Stone y cacho que hay una entrevista a Zambra, personaje que me cae como el forro , por lo que no he leído ni leeré su tan alabado libro. La cosa es que el título-cuña es el mismo de mi post anterior, que fue una frase que le dije de enojado a un amigo y se convirtió en una especie de resumen de muchas conversaciones. Mala la hueá, pero me dio un extraño dolor de guata cósmico leerla. Bueno, eso.
lunes, 29 de mayo de 2006
Todos queriamos ser roqueros
- La única gente que me cae bien son los freaks y los snobs. Pero los freaks de verdad, no los freaks nicho-de-mercado. Y los asquerosamente snobs, que a fin de cuentas son una rama del mismo tronco del que vienen los discotequeros-hagamosunasadocompadre, pero que se redimen y salvan por no creer que saben algo que los demás, los no elegidos, no.
- Cumplir 24 años es comenzar a dejar atrás la post-adolescencia y recibir con los brazos abiertos la adultez joven, esa de camisas con bluejeans, devoluciones de impuestos, expectativas y desprecio a los pendejos que ven Lost y reality shows del cable. Actitud que, vista desde los ojos del anciano de 80 que llevo dentro, es tan ridículamente pendeja que hace que el punto, final y felizmente, dé lo mismo.
- Nunca podré funcionar como funciono de noche. El día distrae: la mayor parte de la gente está despierta, hay luz natural y todo tiene esa aura de ciclo recién comenzando. En la noche como que todo explotó y los sentidos están a mil y los estorbos están durmiendo. Entonces uno puede salir, caminar para tener frío de puro gusto, darle una séptima vuelta a todo, apreciar la luz artificial que es uno de los mejores inventos de la Humanidad, dejar de lado esa sensación de en rodaje. Por eso la gente se divierte y se libera de noche, supongo. Es todo una cuestión de velocidad. Primero el auto está frío, después de un rato puedes andar a 120 si quieres.
- Soñar que me queda un mes para salir de cuarto medio es mejor que soñar que estoy en cuarto medio y no sé cuándo voy a poder salir. Soñar que falté a clases y que dio lo mismo me retrotrae a uno de los mejores sentimientos de no-culpa de la adolescencia. De esos que después ya no se tienen porque la culpa no debería ser tema.
- ¿Hay algo más poético que los pendejos alegando por los problemas de la educación encerrándose en sus colegios, siendo que las soluciones están, precisamente, afuera?
- Ants in the pants es una película adorable. Lars Trier, eat my shorts.
- Una persona que alguna vez armó un cubo rubik, califica como persona muy inteligente y no hay más.
- Boomerang es el mejor canal del cable.
- Teorizar, esa cosa nunca bien ponderada, no es tan mala. Pero la práctica tiene que estar ahí, al lado, inmediatamente después, pegada con neoprén. Hablar de lo que no se conoce es lo que los charlatanes hacen. Y dar vuelta el orden de las palabras porque sí es propio de esa gente.
sábado, 20 de mayo de 2006
with all your power, what would you do?
Esto es muy barsa. Yo suelo ser un tipo lento. Pero ahora me pongo en el lugar de los neuróticos y los entiendo. Y me da rabia la gente que desperdicia su tiempo y su potencial y esas cosas y, sal de fruta mental, me doy rabia yo mismo. Y llego a conclusiones pavonas como que si todos nos tomáramos de las manos y nos comprometiéramos a hacer las cosas medianamente bien éste sería un mundo mejor y cada quien tendría su espacio y la ciencia y la tecnología avanzarían. Quizás en otras partes lo hacen así y por eso descubren e inventan todo y acá sólo plantamos papas y cortamos árboles para meter la leña en la estufa y contaminar, a ver si así nos damos la ilusión de ciudad neo-industrial llena de progreso.
Ya, este post fue como mucho. Me enojé porque hace frío y quiero estar en Arica.
viernes, 12 de mayo de 2006
el 2010 me avergonzare de esto
Siempre he creído que hay que tener una meta y tac-tac, ir sacándola de a poco, y que todo lo que se hace tiene que conducir a esa meta. Así que en eso estoy. Dando pasos enanos. Escribiendo hasta que amanezca, tratando de conseguirme libros prestados o de leer las diez primeras páginas en la Antártica, corrigiendo textos por ahí, preguntando todo lo que no he preguntado en un buen tiempo. Y está bien, así. Se me olvida que voy a cumplir años y se me pasa la paranoia referente a eso. Los números son relativos. No hay edad para hacer ciertas cosas o para cerrar determinados ciclos. Y esa hueá es la excusa más chanta del mundo y lo reconozco y punto aparte.
La cosa es que, cuando uno se toma un año sabático, algún extraño sentido de la responsabilidad te dice que esas cosas se hacen una vez en la vida. Como emborracharse hasta vomitar en puertas de autos ajenos, insultar a un buen amigo que se lo merezca un poco, garabatear a la mamá o destruir algo de la vía pública. Más de una vez es patudez y hasta un poco patético. Es menos que una etapa: lo cumples y ahí queda, para el recuerdo de las cosas-que-hay-que-hacer-por-si-me-muero-mañana. Así que, después de estos meses, supongo que tendré que trabajar como chino para pagarme mi departamento y el colegio de los pendejos y esas cosas. Y no habrá excusa. Ni gente que me recuerde que podría estar "aprovechando el tiempo". Porque ahí el tiempo se me va a esfumar, y sólo cuando uno está aprendiendo cosas está realmente haciendo uso provechoso de las condiciones que existan. Mirando, sacando conclusiones y aplicando la vieja dinámica del ensayo y error. Viviendo, en definitiva. Si se pierde eso, se pierde todo. Y eso es lo que me crea anticuerpos hacia la vida modelo. No tener tiempo para darle una vuelta a todo. Aunque, en teoría, sea una pérdida de -de nuevo- tiempo.
Me largo a ver tele.
martes, 25 de abril de 2006
Estado Z
He tenido una revelación de esas que se tienen, con suerte, tres veces al año.
Quiero ser como Marko Zaror.
O sea, no sé si como él o como su personaje en Kiltro. Kiltro es la peor película chilena que he visto. Y conste que he visto joyas de la altura de XS, la peor talla -que la disfruté un sábado por la noche post-enajenante tarde de jugueteos con Excel en tiempos de tesis-. Es tan mala que llega a ser buena. No me arrepiento de los 1600 pesos gastados porque, demonios, de eso se trata. De que alguien te diga o te proponga cosas desde el otro lado de la pantalla. Impactante: hasta Kiltro te puede enseñar algo.
viernes, 14 de abril de 2006
cuando miento lo digo de verdad
Debe ser cierto: soy fome. Tengo a la mitad de mi lista de msn sin admisión. Nada personal con nadie -de hecho, tengo admitida a la gente que no me habla nunca-, es sólo que hoy no ando particularmente comunicativo. Nada que declarar, tal como este post. Mente en remojo. Saludable, tomando en cuenta que a veces pienso demasiado y termino dando la lata o poniéndole "color". Esto de buscarle la décima pata al gato puede traer beneficios, pero son imperceptibles y definitivamente no son extrapersonales. Pero detesto dejar pasar los detalles. Las cosas, la gente, las relaciones, están plagadas de detalles. Hay gente que no los ve o que, demostrando su sanidad mental, los ve pero opta por dejarlos pasar. A mí me obsesionan un poco. Me pregunto si esto me dejará un paso más cerca de la locura. No estoy dispuesto a pasar el resto de mi vida tocando acordeón en la esquina de la Cruz Verde. O como el tipo de Fuga -peli que, aunque es demasiado como del mateo del curso y con recovecos narrativos innecesarios, me impactó- , imposibilitado de dar rienda suelta a su talento. No es que yo crea que lo tenga, pero para algo debo servir. Y admiro a los tipos que transforman sus taras -again, no es que yo las tenga- en algo positivo. Como que la funcionalidad ya no me sirvió para nada.
A propósito de cine, tuve ganas de ir a ver La Sagrada Familia, pero ninguno de los tres cines de esta aldea tuvo la delicadeza de estrenarla. La encontraron poco piadosa, supongo. Tal como con Brokeback Mountain, que la traen cuando ya va a aparecer en dvd, los muy giles.
Acompañé a mi madre al Jumbo a comprar huevos de pascua para sus nietos, mis sobrinos. Le pregunté si habría un nido para mí. Me contestó "mientras vivas en mi casa va a haber un nido con huevos de pascua para ti". Acto seguido, miré la sección libros y me acordé de algo que no tiene nada que ver con libros. It's time to get the fuck out of here.
noquieroserperiodistaperotampocoescritor
La mejor columna -o al menos la más entrañable- que he leído en meses. Ahora me quiero tomar una chela con Gumucio, que modula mal, igual que yo. Aunque a mí me pasa sólo cuando estoy nervioso.
jueves, 6 de abril de 2006
Oh here comes the hardcore life
Creo que es más ondero ser ateo. Y lo dije en voz alta tras veinte minutos de subida, mientras estaba sentado entre tres árboles y oía a unos pendejos reirse, un poco más arriba. Es ondero porque se supone que así tienes el control de tu vida. Pero, recién ahora me vengo a dar cuenta, esto no tiene nada que ver con el control. Cuando chico efectivamente creía ese cuento de que botar un pan es botar la cara de Jesús y tenía pesadillas en las que el diablo me esperaba a la entrada de un túnel y yo iba en un auto que se conducía solo. Tuve que tener 15 años, un problema x, ir a la virgen de la San Francisco a pedir solución a ese problema, escuchar Prodigy en mi personalstereoconcassettera y llegar a la casa a vomitar para darme cuenta que el único que se puede solucionar las cosas soy yo. Y si es tan terrible y no puedo hacer nada, pues nadie podrá tampoco. Así de simple. Lo vi claro en ese momento. Y lo olvido a ratos. Si es tan simple. Soltarse y flotar, como dice mi novia.
Por eso me hace bien ir al cerro. Porque desde arriba se puede controlar todo. O tener más claro el método. Entendí eso y decidí que era hora de bajar. Como es tiempo de actuar y no sólo de pensar, bajé corriendo. Vi a un tipo con pinta de vocalista sound tomando de la mano a una colegiala de pantys grises. Y luego a un perro que me olfateó y me persiguió hasta abajo. Total que me lesioné un poco al costado de la rodilla izquierda por culpa del maldito cerro y anoche no podía subir bien escaleras o salir de la cama en menos de dos segundos. Shit happens. Hoy todo estuvo mejor que nunca. Me siento barsa dando tips de autoayuda, pero treparse a un cerro casi rebalsado de árboles y con una virgen abajo hace excelente para entender en qué tipo de mundo estás y qué es lo que tienes que hacer en él. Yo lo tengo clarísimo, ahora. Se trata de la vida hardcore. Pero eso es info más privada.
PD: Gracias por estos dos meses, caracola. No hay cerro que se compare a eso.
miércoles, 29 de marzo de 2006
Niños jugando
Gabito quiere hacer una película y me pide ideas mientras tomamos café en su oficina, miramos por la ventana hacia la plaza de los milicos y nos creemos creativos. Pienso en mis amigos frics que dan para mil películas, en mi madre y en mi abuela, en conversaciones que he tenido con mi novia que amo como a nadie y en los diálogos imaginarios que empiezo a armar cuando nos quedamos callados. Pero decido no ser tan impúdico y le tiro a Gabo una idea que se fue configurando entre todos: una road movie por toda la novenaregión con dos adolescentes. Pero terminó convirtiéndose en una fuga a causa de un atropello y en uno de cuatro plots que armamos, unos más endebles que otros. A mí me gusta el cine. Pero soy mejor viéndolo que analizándolo. Por eso me rehusé a hacer el electivo de cine en la universidad, a leer manuales para guionistas y páginas del tipo civilcinema. A lo más consumo trivia. Pero para mí una peli es un puente emocional entre el que la hace y el que la ve. Lo demás, no es que esté de más, pero son los palos en los que afirmas lo que realmente importa. Yo quiero hacer algo que conmueva a alguien, sea película, libro, sitcom, un post acá, un mail. Y me gusta la idea romántica y pendeja de que no se necesita tanta técnica como alma. O sea, puedo pagarle al iluminador para que ponga la técnica mientras yo me preocupo del alma. Sí, ok, muy patrón de fundo de mi parte, pero siento que así funciona. Sin recetas.
Mientras veía a Gabito hacer círculos en la pizarra blanca explicándome algo que le debe haber enseñado en Guión I algún académico que en su vida hizo un guión, trataba de pensar qué es lo que hace que alguien quiera hacer una película -o contar una historia, para ser más general-. Haber egresado de Comunicación Audiovisual y tener cierto respaldo económico no basta. Este blog es autobiográfico y casi todo lo que escribo lo es. Y cuando trato de hacer algo desprendido, según yo, no me sale. No sale si no hay apego emocional. De hecho, nada sale si no hay apego emocional. Eso es algo que le deberían enseñar a todo el mundo, desde primero básico. Y se me ocurre que no se hace porque los psiquiatras y las farmacéuticas tendrían menos clientes. O habría más gente imaginando cosas y menos obedeciendo. Como que hay gente a la que no le conviene que el mundo mejore por medio de la salud mental. Muy de paranoia conspirativa.
Yo, por eso, cuando no tengo nada que decir, opto por quedarme callado. O me dedico a vivir un buen rato para contarlo después, cuando me retornen las ganas de encerrarme. Por ahora, cumplo con tratar de configurar ideas decentes para el proyecto de mi amigo y me pregunto cómo se hace una peli de bajo presupuesto en regiones. ¿Hay que mostrar mapuches? Gabo me consiguió una montonera de fotocopias con mitos de Oreste Plath, esa onda. Y creo que se me quedó en la ofi.
lunes, 20 de marzo de 2006
First year
Hoy fui a la reunión de un diario electrónico en el que colaboraré con artículos de cine. Soy el único titulado ahí y eso se siente extraño, pero necesito no parar de escribir cosas y, claro, ir a ver pelis gratis. Es rarísimo ir a la universidad de la que egresaste y cachar que hay pendejos más perdidos que tú deambulando por esos pasillos o tirados en esos pastos inundados de olor a yerba de la mala. Es una mezcla entre impulso Columbine y ganas de tratar de salvarlos, en un instinto casi paternal. De hacer que no pasen por lo que pasó uno. De que no crean en todo lo que les dicen. Que cuestionen, que peguen patadas, que entren sin golpear en vez de pedir tanto permiso. Que quiebren huevos. Todas esas cosas que no salen ni en los reglamentos ni en los fanzines engrupidos, que nadie te dice en las bienvenidas mechonas.
Ahora es tiempo de hacer otras cosas. Quizás soy un poco barsa teniendo arrebatos mesiánicos con tipos que ni conozco, con tipos con los que me crucè y que no tienen menos de cinco años que yo. Pero es que tampoco saco nada comentándolo mientras tomo leche con chocolate arranado en la mesa de la cocina. Me falta aprender mil cosas y mandar a Lacuna Inc. otras mil. Es hora de actuar. De cachar que el camino hacia lo inevitable no se hace solo, pero sí es responsabilidad de uno y de nadie más. Ya son demasiadas señales, demasiados angels undercover empujándome.
Siempre quise tener un hermano menor. Desde chico. Aunque, claro, ahora es más bien tiempo de tener un hijo o algo más acorde a mi edad.
sábado, 11 de marzo de 2006
Strange fascination, fascinating me
No sé bien cómo lo hace la gente para tener puntos de conexión cerebral (para no decir "intelectual") de forma más o menos rápida. Yo necesito saber bien a quién tengo al frente. Y cuando lo sé bien, hay dos opciones: o alucino y dejo que esa alucinación crezca naturalmente con el pasar de los días, o me lateo y hago mi rápida y silenciosa desaparición. Obvio que los segundos son los casos más recurrentes. En esos casos, efectivamente, no hay nada más que descubrir ni que aprender. En los otros, basta con que te cuenten una anécdota nerd de infancia o lo que pasó en el día o te digan una palabra mal dicha pero que suena divertida o abran los ojos de una manera especial cuando hablan de otro alguien que los conmueve, para seguirse sorprendiendo después de semanas. Para estar seguro que, si la alucinación deja de ser desbordada y teenager y comienza a tomar algo así como un cauce, nunca desaparecerá del todo. Supongo que eso es lo que algunos llaman "conexión". Échale la culpa a los químicos. Hay preguntas que no sé responder. Y que quiero responderlas con todas las ganas del mundo, pero las palabras me quedan chicas. Es ahí cuando me queda claro que hay cosas más grandes que un idioma o una ciudad. Tan grandes que asustan. Pero, por lo mismo, son un monte que no puedes dejar de escalar. Un monte sin cima, sin bandera de ningún país que clavar. Un monte en el que podrías estar el resto de tu vida sin pensar en el frío, en que se echó a perder la brújula o en cuántas provisiones te quedan. Ahora entiendo a los tipos que subieron el Everest. Antes los encontraba un poco trastornados. Bueno, todavía un poco, pero presiento que después de eso, volverán a su país, a su casa, a mirar por el balcón y a sentir que hay alguien al lado, y mucha gente detrás pero que no importa tanto. Son testigos, como los que ven en la tele a esos deportistas enajenados en busca de algo que sea más grande que ellos. Pero a veces no hay ni que buscar. Hay que abrir puertas y ventanas, eso sí. Pero el destino se las arregla para que el aire entre solo. Y ahí, tirado en un sofá, te das cuenta que todas las arrancadas anteriores valieron la pena, porque ahora estás donde tienes que estar.
viernes, 3 de marzo de 2006
Acaso el rock te va a hacer surgir? *
Nunca pude ser perfecto. Nunca doblé la ropa como mi madre esperaba, hasta el día de hoy no me sé hacer el nudo de la corbata y creo que tampoco me abrocho bien las zapatillas. Se me desabrochan a cada rato y tengo que pedir a la mitad de la cuadra que me esperen para agacharme y arreglar el asunto.
Una vez traté, como a los 11. Fui ordenado, educado con mi abuela, me comí mis verduras, llegué al colegio a la hora y me lavaba los dientes uno por uno, como dice el dentista. Lo hice por varios días. Semanas, quizàs. Se me armaron como grietas en el carácter y por ahí empezó a salir el caos hasta que lo cubrió todo y probablemente tiré una chaqueta de colegio lejos y me prometí no volver a ser más así. Escapé de los días iguales y los cambié haciendo cualquier tontera. Mi teoría es que, efectivamente, eso es el rock. El rock es dejar las matemáticas en el lugar que les corresponde. Es respetar a la víscera. Es querer lo que hay pero no encontrarlo suficiente. De acuerdo a eso, el rock es más maduro que inmaduro. Aunque los rockeros viejos sean los más falsos del mundo. O, claro, eso es lo que digo ahora.
* Premio a la mejor frase del día y, probablemente, del mes. Se la dijo la mamá de Pancho a Pancho y él la citó hoy. Pancho no tiene blog. Blame the dark side.
lunes, 27 de febrero de 2006
Take me out
A los cinco años me tiraba de guata en el living de mi casa de Villarrica a escuchar la Quinta Sinfonía de Beethoven que venía de regalo, en forma de cassette, con la revista Ercilla que sagradamente se compraba todas las semanas. Tenía un lago a diez pasos y una vista bacán desde la terraza. A ratos alegaba aburrimiento y mi madre me respondía "mira el paisaje, que cuando no vivas acá lo vas a extrañar". Y yo le hacía caso. Me caían mal mis compañeros de kinder y odiaba la leche que nos obligaban a tomar a media mañana en unas flaitísimas tazas azules de plástico cantando una canción. Era como un abuelo. Después, en básica, fui maduro o algo así. Hacía lo que me pedían que hiciera, cambié mi innata letra imprenta por la poco estética manuscrita que me exigían en el colegio y tenía mis arranques pero los controlaba rápido, como si me tomara un Ravotril imaginario. Más adolescente tuve una etapa de adultez joven, creyendo en "proyectos", tratando de tomarme las cosas en serio y relajarme y ser locoasí en partes más o menos iguales. Y ahora soy un pendejo y desde el año pasado quiero ser irresponsable y rayar micros y patear cosas y elegir la gente con la que quiero estar y decirles lo que mis edades anteriores me impedían.
Entonces, yo cacho que ahora se viene la niñez. Regresión total. La vida al revés. Y la sospecha de que moriré joven.
O que quizás las etapas se me alarguen y esta adolescencia bastarda y descolocada me dure mucho y su posterior infancia, aún más.
O quizás estoy exagerando -como también me dice ella- y sólo soy un pendejo tratando de pegarse el estirón y que la ropa se rompa de una buena vez para verse obligado a comprar otra, la que ahora le queda grande.
Mañana es 28 de febrero y se acaba el verano. Así que, si no llueve, subiré el cerro por última vez. Acepto compañías, aguas minerales y/o bicicletas prestadas. Tengo que gritar y tengo que cachar que Temuco es chico y que en realidad cualquier cosa es chica. Eso sólo se puede hacer desde un cerro. Tengo que cachar que puedo abrir los brazos y tirarme y que esa ciudad inmòvil de allá abajo no seguirá igual si eso pasa. Tengo que comérmela rompiendo el envase como si fuera un Chocman y no dejar que ella me coma. Y para eso, tengo que verla chica. Para eso, tengo que no ser yo el pendejo.
miércoles, 22 de febrero de 2006
Honestidad brutal
El vendedor pistoleó una de las dos cajas mientras nos explicaba que podía agregar una garantía a ambos aparatos por el precio de la de uno, "como son iguales". Ahí fue cuando miré la pantalla que indicaba que estàbamos a punto de pagar dos reproductores de 256 MB. Y el muy gil de Jotapé va y le dice "oye, pero uno es de 512...". El vendedor se pega en la entreceja y pone cara de "cresta", antes de apretar varios botoncitos como robot y arreglar el error. Recién ahí caí. Idiota. Te quedas callado y te cobran dos de 256 y te dan una garantía baratísima. Pero no. Tu primer impulso fue ser honesto. Como suelo tener delirios de autoflagelación, estuve a punto de decir "no, sabes que no lo llevo, adiós" y correr hasta un baño público y patear la taza, de pura rabia. Hey, si la plata no sobra. Qué son quince o veinte lucas para una empresa como Almacenes París. Y serían muy hijos de perra si le cobran el condoro al empleado. Si cualquiera se equivoca. Aunque la posibilidad de esa última opción me calmó un poco y me hizo sentir casi un boy scout ayudando a la abuelita de turno a cruzar la calle.
No sé si sea bueno ser (tan) honesto. Idiotamente honesto. No puedo mentir. Creo que pongo una cara estúpida cuando miento y me pillan fácil. Son las consecuencias de la educación. Obvio que tampoco se trata de andar poniendo trampas para ratones por ahí, pero saber quedarse callado es importante. Y eso que no soy un tipo ruidoso precisamente.
Hay personas a las que no les quiero mentir nunca y me siento bien no haciéndolo. Aunque termine avergonzándome o convencido por un segundo de haber hablado más de la cuenta. Pero a una empresa, qué demonios. Supongo que ahí está la sutileza del mentiroso piadoso. Los brutalmente honestos no llegamos a ninguna parte, porque la brutalidad es destrucción. Así que me pongo en campaña para mentir un poco. Hasta ahora, al menos, he omitido bastante.
PD: Estoy viendo Los Simpson en FOX y no sé por qué demonios están en portugués. No le he movido nada a la tele y ni siquiera tiene SAP, así que no cacho qué onda.
PD2: Miro hacia afuera y parece Junio. Maldita lluvia. Si salgo de acá, tendría que ser por una muy buena razón. Muy buena.
miércoles, 15 de febrero de 2006
Has it come to this
El agua estaba llena de pequeñas mierdas negras que parecían carbón o cenizas y con la Paola concluímos que, o son residuos de los asaítos-compadre de Piñera, o de las fogatas-post-hippies de la Bachelet.
Necesito un reproductor de mp3 aquí y ahora. Me hace falta. Ya dije que es lo único material que no tengo y me está siendo imprescindible.
Este blog está muy ombliguista y me está empezando a caer mal. Quizás debería subir cuentos o algo por el estilo, pero a) no tengo ninguno nuevo y que me deje realmente satisfecho, y b) tengo la cabeza demasiado puesta en ciertas cosas reales como para estar pensando en cuentitos. Cuando inauguré mi segundo blog, pero primero para efectos, digamos, biográficos (el anterior no lo conoció casi nadie y estuvo alojado en un sitio que ya no existe), estaba pensando en mis amigos y en no aburrirme en una tarde de verano de 2004. Calurosa, con Coca Cola y dos hielos, sin nadie en la casa. Entro a ese cementerio de blogs que ahora es 20six (aka 20sick) y no puedo evitar avergonzarme un poco. Escribo muchas hueás y a usted no tienen por qué interesarle. Se supone que uno tiene que aportar algo al mundo, o al menos a la gente que lo rodea. Y si lo hago, nunca es premeditado. La Laura me dice mucho que uno tiene que ser generoso. Y yo antes era considerado al menos. Detesto esas actitudes del tipo "no me gustó tu postre, pero me lo estás dando así que me lo como igual y te digo que está rico". Son hipócritas, no ayudan. Me temo que cuando chico las hacía, pero luego las erradiqué de forma casi militar pero de repente me fui al extremo. Uno se tiene que importar pero a la vez tiene que cachar que no es el centro del mundo. Capitalismo bien entendido. Pero este blog es capitalismo salvaje. Puta, de aquí a marzo lo mejoro. Lo prometo.
domingo, 12 de febrero de 2006
If I were a Carpenter
Ayer recordé todo lo que no puedo dejar atrás, juntándome con casi puros periodistas en la casa de la Laura. Estaba la Pame que es abogada y lee sumarios y le gusta; Shango, a quien no veía hace mil, junto con Nadia y Pancho, todos fieles representantes del mediors del cual tanto aborrezco. Pero lo pasé bien. Y eso que yo era EL adolescente ahí, con mi confusión juvenil, mis despertadas tarde y mis poleras. Lo siento, siempre seré el teen de la pandilla. Es una cuestión de actitud. Después empecé a tirar mis teorías sobre la autodestrucción y la elección del sufrimiento, pero demonios, después de litros de cerveza no las sé explicar tan bien y no me la compraron. Ni yo la entiendo bien. Son de esas que pienso antes de acostarme o en la ducha o sentado en el patio de comidas del mall y de repente llega la idea y digo "jackpot!" cuando tengo la frase y la anoto en un cuaderno o una servilleta que inevitablemente extraviaré media hora más tarde. Y ahí quedan las teorías. En el limbo de las teorías mulas fallidas que pudieron cambiar el mundo.
El título de este post es porque anoche me puse a bajar mp3s de Sonic Youth (so 90s) y encontré el cover de Superstar y llegué de amanecida a mi casa a bajar más mp3s de ese disco. Y todo fue muy cósmico porque en la semana estuve pegado con la canción de Johnny Cash que dice if i were a carpenter, and you were a lady, would you marry me anyway?. A los 80 quiero ser como Johnny Cash.
Y como sé que el 98% (cifra premeditadamente exagerada) de los que leen este blog son periodistas o estudian (risas pregrabadas) la carrera, pues feliz día de la prensa, muchachos. Yo tampoco sabía que lo era hasta ayer. Chao, me voy a tomar helado.
miércoles, 8 de febrero de 2006
La mala memoria
martes, 31 de enero de 2006
Esta foto la saqué el domingo. Yo los mataría a todos. No, mentira: haría un videojuego que se trate de matar hippies, de cortarles el pelo con navaja, de destrozarles sus morrales o de obligarlos a usar poleras rosadas Polo y pantalones Dockers. O sea: de apretarles el botón del futuro y trasladarlos a cinco años plazo.
Hasta hace pocos días no podía escribir nada decente. Nunca puedo cuando estoy en ciertos estados mentales. Y ni hablar de leer. Ok, nunca he sido un gran lector. Ese es un mito que no sé quién creó. A lo mejor basta con comprarte dos libros al año y pedir prestados otros dos para que te cataloguen de "lector", o, peor aún, de "intelectual" (sí, una de mis hermanas alguna vez lo dijo. La cara de uf no se me quitó en una semana). Lo último que leí fueron diez páginas de El hombre que inventó Manhattan y la mitad de La melancólica muerte de chico ostra, todo en la Antártica. Si alguien me pasara las cuarenta lucas que necesito para comprármelos, se lo agradecería mucho y me las gastaría en cualquier otra cosa. Yo soy como Marlén Olivarí. Me preguntan qué leo y digo "todos los días el diario". Eso es cierto: los leo todos y compulsivamente.
Cuando veo la noticia de la señora Dina, la abuela abandonada, no puedo evitar recordar a la mía -que tiene la edad de Pinochet y ahora mismo goza su verano junto a sus adorados parientes de Osorno- y decir "y de qué chucha se queja esta vieja". A lo mejor la vieja de la tele les pegaba cuando chicos a los hijos y nadie dice eso. Siempre los hijos son los malos y los sádicos. Pero los padres son una carga. Y demasiado pesada. El mío me cagó con un cheque mientras estaba a 700 kilómetros de su cara, pero ahora se compró una parcela y tiene cara para invitarme. Ni genéticamente me sirvió. Al menos me podría haber heredado su caraderajismo, que demonios que me hace falta.
Me siento idiota por no haberme acreditado para Fito Páez en Pucón. Y me alegro que Franz Ferdinand vaya a Viña porque los veré por la tele. Y no entiendo que gente que tiene las facilidades económicas y geográficas para estar ahí, alegue. Idiotas. Si no les gusta el resto del menú, lleguen más tarde. Así de simple.
Hoy caminé dos horas. Luego me compré una ensalada césar en el Jumbo y me la comí.
Me afeité y me dijeron que represento dieciocho.
A falta de Sopranos, estoy viendo una teleserie mexicana de adolescentes que dan en el Mega como a las dos de la mañana. L.
Ayer aprendí a descapotar un jeep. Todo lo que usted debió haber aprendido en 1997.
En la calle hay mucha gente desconocida que te mira fijo. Cada vez que alguien lo hace, le digo HOLA y se frikea. Luego miro hacia atrás y cacho que él está haciendo lo mismo. En esta ciudad la gente no es amistosa. Cuando uno era chico, bastaba con decirle HOLA a alguien de tu misma edad y pum, amigos entrañables (ok, ok, eso lo dijeron en una sitcom, pero no me acuerdo cuál). Al rato le quitabas un juguete y se ponía a llorar y te sentías culpable y su mamá te retaba. Y todos aprendíamos la lección: no hay que confiar en la gente.
¿Hay una casta más detestable que los actores politiqueros que se apitutan? El joven chileno ya debería saber que, si no quedó en derecho o en la academia diplomática, teatro es la opción.
¿Hay algo más imbécil que la paridad hombres-mujeres en los ministerios? Si empezamos así, mañana hacemos paridad flacos-gordos, morenos-rubios, fumadores-nofumadores o cualquier cosa.
Ya, este blog es una mierda y como que no me importa.
martes, 24 de enero de 2006
blah
Es que dos años escribiendo cosas que a ti, querido lector, no te interesa saber, y en la mátrix, es harto.
Cuando nos acordábamos de Don Lalo y se me ocurrió googlear "don lalo temuco" y me encontré con mi viejo blog en 20sick, sospeché que algo andaba mal.
Nada es nuevo. Todo se repite y sientes que estás inmerso en un eterno deja vú. El pasado vuelve y cuando se aburre se va y luego vuelve cuando no le pediste que lo hiciera. Las cosas se te escapan de las manos y te llegan otras que no buscaste. Hay quienes dicen que tú puedes llegar a una meta x si pones tu mente en ese estado que te hace creer que nada más importa, que no hay desvíos en la carretera y el destino final es uno solo. Pero yo desconfío de lo lineal. Las líneas son demasiado cortas, insuficientes para ser entendidas como algo con principio y fin. No sé si me explico y no es mi intención que alguien piense "uf, el hueón metafísico". Sólo creo que una línea conforma cosas más complejas. Una nube es un conjunto de líneas, de las imaginarias que se pueden trazar desde una deformidad a otra, o las ínfimas que componen esa deformidad. Es como cuando le haces zoom a una foto hasta el máximo y ves sólo píxeles que no te dicen nada. Tienes que ver el millón de píxeles juntos, perdiéndose y deformándose unos a otros, para cachar qué es lo que hay. Esa es la única explicación que tengo para el asunto de por qué las cosas no pasan cuando comienzas a esperarlas y, a la inversa, las sorpresas se suceden. Y la conclusión es demoledora: hay que pensar en cualquier otra cosa para que pasen. La mente es tramposa porque no puede actuar de manera lineal, aunque los colegios y ciertas convenciones sociales la traten de forzar hacia allá. La mente toma una carretera y sabe que no basta con eso y empieza a torpedearse sola. Y lo único que tienes que hacer es sobrevolar todas las carreteras. Sólo así puedes llegar a algo parecido a un destino. Sólo así conocerás rutas nuevas. O volverás a la única que importaba. ¿Tenías un propósito? Desiste un rato. ¿Te importaba algo o alguien? Reemplaza. ¿No puedes hacer algo? Deja de hacerlo y retoma más rato. Lo contrario es hacerse zancadillas a uno mismo. Lo sano es confiar en que lo que tiene que volver, volverá. Lo nuevo que se tenga que quedar: lo mismo. Y te hará olvidar lo que se fue. Y por eso encuentras cosas tuyas googleando. Por eso estás escribiendo acá cuando, por razones que son un poco vergonzantes, hace dos semanas analizaste la posibilidad de no volver a hacerlo. Porque la mente siempre sabe el camino a casa.
lunes, 9 de enero de 2006
Wave of mutilation
Bajé corriendo hasta Caupolicán y llegué caminando al centro. Terminé metido en medio de un show de la campaña del candidato Sebastián Piñera, que era como ver Mekano. Me gustan las aglomeraciones. Habría ido a la Love Parade de haber estado en Santiago. La gente apretuja y de las ventanas de los edificios se asoman a mirar y parece que nadie tuviera nada importante que hacer. El show era derechamente una mierda. Bailaban axé con esos hits de hace cuatro veranos y la gente saltaba e incluso tomaba fotos con sus celulares. Yo miraba las caras, nomás. De hecho, era el único que miraba hacia atrás cuando todos lo hacían hacia adelante, donde estaba el escenario. Al minuto en que me empecé a encontrar con gente conocida, entendí que era la hora de largarme.
Temuco no apesta tanto, pensé mientras caminaba por San Martín en vez de por la Avenida Alemania, como de costumbre. Temuco es querible. Ok, ok, fue un lapsus. Pero lo pensé. Es que hay muchos lugares donde pasé y casi como que me sentí en la última parte de Before Sunrise, pero sin romance y con más madera y más nubes. Recuerdos idiotas, recuerdos de hace muchos años o de ahora. Si uno es lo que vivió cuando chico, demonios, estoy condenado, esta ciudad me define. Creo que nunca voy a estar del todo desunido a ella. Quizás me vuelva a los 50. Es eso o la cabaña en las colinas. Va a llegar un momento de la vida en que querré recuperar todo lo perdido y lo pendiente, y me imagino que es más saludable que sea cuando viejo. No sé. Debería hablarlo con alguien viejo. O creerlo a ciegas, nomás. Ese será el momento en el que no odiaré andar saludando ni me sacaré la cresta por bajar corriendo del cerro. Ese será el momento del té en la mañana, el diario, la asomada al balcón, la mirada hacia atrás y la toma de razón de que estoy con alguien que quiero, de que lo hice bien, de que salí ileso. Ahora, no puedo decir ni eso ni todo lo contrario. Y ya es hora. Mañana me voy a Licán y no sé cuándo vuelvo. Chao.