Busco casa, se agradecen los datos, gracias. Me han quitado el televisor como un oscuro mecanismo de presión psicológica porque no he pagado el arriendo. Chgaink! Y yo no sé muy bien cómo se sobrevive sin tele. Por cierto, también busco un monitor para mi computador, que está a la venta porque el remate jotapetiano empieza y termina sin motivos aparentes.
Lo único enchufable que tengo en la pieza es el cargador de pilas y el calefactor (que se supone que no debería usar porque los enchufes yadayadayada y cuando menos te lo esperes puedo aparecer en las noticias por un nuevo incendio que destruyó una clásica manzana de la capital). Esto es hippismo puro y duro.
Terminé de leer un libro sobre Reservoir Dogs que me prestaron, y cuenta la típica historia que Tarantino se arrendó un departamento en Hollywood y conoció a Monte Hellman (qué gran nombre) en una fiesta y de puro ebrio le empezó a contar de sus proyectos y después le mandó el guión escrito a mano en hojas de distintos tamaños y casi que manchadas con café pero rayó tanto que terminó coproduciéndole su ópera prima con el vuelto del pan. Los libros que relatan la forma en que cineastas o escritores o etcétera "la hicieron" son mi equivalente a Coelho. Qué asco, igual. Cuando chico leí "Tus zonas erróneas" porque alguna vieja idiota se lo prestó a mi madre para que "viera la luz". Cada capítulo era un tópico distinto de las trancas hueonas de la gente, como "vencer el miedo a la muerte" o "disfrutar la ida al supermercado". Y las soluciones eran muy posthippie y facilonas, onda "sé tolerante" o "asume que esto es lo que hay". No necesité tener más de 11 años para darme cuenta que la solución era tan zombie como el problema y que la única salida es quedarse ahí, viendo qué pasa, y ya, qué tanto. El tipo que escribió el libro de la peli como que babea con Tarantino y probablemente no lo conoce y cuando lo conozca no sé qué sería capaz de hacer para agradecerle a Tarantino por tan mágicas películas, pero cuando cerré el libro, concluí que mejor no tomarse tan en serio nada ni nadie. Bebí dos sorbos de Cítrus Líder y switcheé a Salinger y luego dos sorbos más y dormí.
Puta, igual echo de menos a la gran chusma del musguismo. Nunca pensé que me pasaría.
martes, 22 de mayo de 2007
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