martes, 24 de febrero de 2009

like a roboc



Me pongo en modo robot porque los robots no desean nada, y en estos momentos me conviene más no desear nada. Porque como dijo el filósofo francoprusiano, cuando no deseas nada no te decepcionas nunca. Ni te alteras, ni te pones ansioso, ni sientes esa puta melancolía de lo que nunca ocurrió.

Y me pongo a ver el Festival de Viña cuando tengo 80 canales en el cable y casi todas las nominadas al Oscar recién torrenteadas y aún sin ver. Porque me acuerdo de cuando era chico y la hueá era un evento y había Coca Cola en la época en que sólo se compraba Coca Cola para las ocasiones especiales, y era la oportunidad de quedarse despierto hasta tarde y sentirse conectado con el mundo real donde había luces y ruido y que quedaba lejos, muy lejos. Y cuando se terminaba uno sentía un vacío sólo equiparable a dejar la playa con el sol naranjo de las ocho de la noche para volverse a la fome ciudad.

Ahí ser robot ni siquiera era una opción. Porque desear es un tema de grandes. Desconfío de la gente que recuerda con demasiado cariño el candor de su niñez: es gente que no quiere desear y arriesgarse a quemarse en el camino. Permiso, va a empezar KC and the sunshine band.

1 comentario:

Elfosvaldo dijo...

pw, si el piloto automático es lo que tiene cagao al mundo; es como sinónimo de control...