Un comercial que me identifica en múltiples niveles.
Me encantan los comerciales buenos. En parte, por eso no termino de pasarme al lado luminoso de los torrents: me gusta el rito de los horarios televisivos y sus "vamos a unos consejos". Hola, estoy cesante, me aburro caleta y no tengo tema para escribir. Sólo escribo mentalmente cuando viajo en bus -de noche, oscuro y escuchando música vieja en un iPod malo- y luego olvido esos oneliners de mediana genialidad.
domingo, 23 de noviembre de 2008
miércoles, 5 de noviembre de 2008
BLACK POWER!
Me encantan estos momentos porque siento que estoy viviendo un momento histórico que mis nietos verán en los libros de historia y toda esa pelotudez. Me cae bien Obama, no he leído con atención sus propuestas económicas y a quién quiero engañar, no me interesa mucho. Lo que separa la democracia de la idiocracia es poder confiar en los que realmente saben más. Y no sé si Obama sabe más, pero tiene más onda y qué tanto, si jamás en mi vida tendré un fondo A. Y para ser más estúpido que eso, pienso que un presidente negro hace que la vida sea más como en las películas. Y me molesta profundamente esa actitud de vieja mal teñida de peluquería de "ay, en qué va a cambiar mi vida si gana ése o el otro", porque todavía hay algo que se llama postura y otro algo que se llama creencias y finalmente uno vota o apoya a alguien por eso. McCain no le cae bien a nadie porque es redneck, porque desprecia los computadores y porque el único Mc que toleramos es McDonalds.
Cuando chico, típico en las Navidades, alguien salía con la historia del Papa negro y que de ahí se acababa el mundo. Bueno, quizás era un presidente del mundo negro y para allá vamos y no me parece tan mala la idea. Vámonos, pero vámonos con elegancia.
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